- Las Fuerzas Militares y los políticos rechazaron afirmaciones.
- Dijo que no quiere endilgarle nada a los muertos y se hará responsable.
- El Colombiano conoció apartes de la versión libre de Salvatore Mancuso.
Área Paz y D.H.
Medellín
"En esta versión confesaré mis delitos y contaré la verdad, pero la que conozco, la que percibí, la que viví y luché y no la que quieren que invente los enemigos de este proceso so pretexto de la amenaza de pérdida de beneficios jurídicos", afirmó el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, al reanudar el lunes su versión libre ante la Fiscalía.
El documento que fue conocido por EL COLOMBIANO y Caracol radio, no solo establece los hechos en los que Mancuso reconoce su participación sino que establece el funcionamiento de algunas estructuras de las Auc, su evolución y lo que él considera su federalización (ver las notas anexas).
En él también hace alusión a la participación del mayor Walter Fratinni, en operaciones conjuntas entre las Auc y el Ejército. Además, en su versión, vinculó al general Alfonso Manosalva a la masacre de El Aro. Ambos oficiales están muertos.
También señaló que muchas acciones de las Auc fueron ordenadas por Carlos Castaño, asesinado el 16 de abril de 2004.
Estas afirmaciones, señaló Mancuso, no tienen como intención evadir sus responsabilidades "achacándoselas a los muertos que, incluso, fueron mis superiores en la guerra".
Ampollas
Las declaraciones de Mancuso levantaron ampollas en el Gobierno, los partidos políticos y las Fuerzas Militares.
Y es que la afirmación de haber intervenido en las elecciones presidenciales de 1998 y 2002 no le gustaron no a Horacio Serpa ni al Ejecutivo.
Serpa, por quien según Mancuso las Auc ordenaron votar en la primera vuelta de los comicios de 1998, se declaró una víctima de ese grupo. El ministro del Interior, Carlos Holguín, desvirtuó la afirmación de haber incitado a votar por el entonces candidato Álvaro Uribe, en 2002.
Castaño hizo aparecer dos estructuras
Para Salvatore Mancuso, desde 1999, las Auc operaban más como una confederación de movimientos que como una organización con un mando único.
Esto se debió a que la jefatura de algunos bloques y frentes la tomaron personas diferentes a sus fundadores Carlos Castaño, Vicente Castaño y él mismo.
Entre estos casos están el del bloque Héroes de los Montes de María, que adquirió autonomía en 1999. Sus jefes fueron Edward Téllez Cobos (a. Diego Vecino), jefe militar; y Rodrigo Antonio Mercado Peluffo (a. Cadena). Según Mancuso los hechos cometidos después de esa separación no le deben ser imputados. Igual sucede con la facción que a partir de 2000 se convirtió en el bloque Cesar-Magdalena, al mando de Rodrigo Tovar Pupo (a. Jorge 40).
?Nunca existió -como erróneamente se ha creído- un órgano decisorio donde confluyeran la información y el control de las bases operativas y de donde surgiera el ordenamiento de las bases militares (...) Bajo la conducción del comandante Castaño (Carlos) parecía haber dos estructuras; una virtual, donde aparecíamos los comandantes de las autodefensas, y otra real pero desconocida para los comandantes donde los informantes y los personajes que tomaban decisiones solo tomaban contacto y se manifestaban a través del comandante Carlos?, señaló Mancuso en su declaración ante la Fiscalía.
Las Auc estaban vencidas: general Padilla
Tanto en el documento leído el lunes como en las declaraciones En las versiones entregadas ayer ante la Fiscalía, Salvatore Mancuso dejó ver los posibles nexos entre las facciones a su mando y miembros de las Fuerzas Militares y la Policía.
Ayer, el general Freddy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Militares, publicó a través de internet un comunicado dirigido a los generales y almirantes en el que recuerda la lucha contra los grupos armados ilegales y asegura que las Auc se desmovilizaron porque se vieron vencidas.
?Nunca recibimos orden, instrucción o insinuación de condescendencia o cooperación con personas armadas de cualquier organización. Y jamás uno de ustedes habrá instruido a un subalterno en ese o parecido sentido. Nuestra lucha no ha tenido distingos, ni nuestros enemigos han admitido categorías?, señala el texto.
En el documento también recuerda que se han hecho imputaciones a diferentes sectores sobre la filtración de los grupos paramilitares en diferentes sectores de la vida nacional. Esto, aseguró podría llevar a que ?lata en ese empeño el deseo de que no haya inocentes para que tampoco queden culpables?.
En declaraciones a los medios, el general Padilla rechazó la vinculación que hizo Mancuso al general Alfonso Manosalva a la masacre de El Aro. Recordó que era un oficial respetado y en su honor se bautizó un batallón en el Chocó. ?Mientras la investigación continúa continuaremos honrando su nombre?.
Así se planeaban las acciones de las Auc
La planeación de las acciones de las autodefensas contaba, según Mancuso, con cinco momentos clave:
- Recopilación: se consultaban tres fuentes de información no conexas. Algunos eran militantes, otros colaboradores y en algunos casos, guerrilleros a quienes se les pagaba por información.
- Análisis: el jefe político o el jefe militar eran los encargados de darle una calificación que iba del 1 al 5. Solo se realizaban las acciones que recibían la calificación de cuatro o más.
Es importante recordar que para ser jefe militar se debía pasar por una de las escuelas de entrenamientos de las Auc, estas funcionaban primero en San Pedro de Urabá y luego en el corregimiento Cristales, de San Roque. El curso duraba entre tres y seis meses.
Los jefes políticos también debían tener manejo militar.
- Planificación: revisión de todos los detalles y logística para ejecutar la acción, como hombres, municiones, artillería, posibles bajas, medicinas, etc. Toda operación contaba con tres grupos: uno de choque, uno de apoyo y uno de cierre y contención.
- Planeación: en ella se ordenaban las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que se llevarían a cabo.
- Ejecución: se iniciaba con la infiltración que era la movilización de tropas hacia el objetivo. Luego se emprendía la acción que también era evaluada.
?Yo no creo en ese cuento?
La confesión que Mancuso hizo sobre el atentado, en diciembre de 2000, contra el entonces presidente de la Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado (Fenaltrase) y hoy representante a la Cámara Wilson Borja Díaz, no convenció al ex dirigente sindical.
?Yo creo que aquí lo que se está montando es la impunidad y no la verdad. En la investigación que hizo la Fiscalía sobre mi caso, no aparecía relacionado él, sino Vicente Castaño. Creo que dice eso para que el mayor (Cesar Alonso) Maldonado (condenado a 27 años de prisión por el caso y quien en 2004 se fugó de una guarnición) se beneficie?.
En el documento entregado por Mancuso a la Fiscalía, lo de Borja fue una ?operación militar contra un dirigente sindical infiltrado de la guerrilla, según informes de inteligencia?.
Según Borja, Mancuso busca que tapar que ?tres generales del Ejército que estuvieron detrás? de ese hecho.
?El quiere aprovecharse de un caso muy conocido, como el mío, para decir que está diciendo la verdad. La realidad es que los militares organizaron todo y le pidieron ayuda a los paramilitares?.
El Representante a la Cámara anunció que se reunirá con sus abogados para analizar si exige algún tipo de reparación por el atentado, en el que dos personas perdieron la vida.
Sin valor para decir la verdad
La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) rechazó cómo Mancuso describió la desaparición del líder embera katío Kimy Pernía Domicó, ocurrida en Tierralta (Córdoba), el 2 de junio de 2001.
Según el jefe desmovilizado, fue ?una operación militar contra un infiltrado subversivo en comunidades indígenas?.
Luis Evelis Andrade, presidente de la Onic, recordó que desde el primer día de la desaparición pidieron información a las Auc.
?A pesar de nuestros insistentes reclamos nunca tuvieron, hasta ahora, el valor de decirnos la verdad, siempre lo negaron. Rechazamos que se justifique el asesinato de un sabio como Kimy. Sus actuación por la defensa del pueblo embera katío y el medio ambiente siempre fueron públicas (...) Él no era de las Farc y con ese grupo también tuvo problemas porque siempre rechazó el uso de la armas?.
Andrade le reclamó a Mancuso la verdad sobre dónde están los restos de Pernía y le cuestionó sobre dos versiones entregadas sobre el mismo caso. ?Primero dijo que él no tenía nada que ver, sino que fue H2 (un hombre a su mando) y ahora dice qué el sí fue?.
La Onic estudia la posibilidad de buscar que el caso sea llevado a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA por la ?falta de acción de la justicia colombiana. Esto debe conocerlo el ordenamiento jurídico internacional?.