En solo un mes y medio, 1.400 personas de Colombia, Chile, España e Italia han aceptado el compromiso de unirse al proyecto humanitario de Andrés Felipe Montoya Roldán.
Este joven de 24 años, quien cursa el séptimo semestre de Derecho en la Universidad Luis Amigó, está organizando la que ha denominado Marcha en contra del hambre mundial.
La convocatoria empezó ya a través de Facebook y espera que muy pronto, con la ayuda de la universidad, pueda montar una página web donde se puedan ir sumando más adeptos y donde todos puedan ir conociendo los detalles.
"La programé con bastante tiempo para poder conseguir apoyo, dentro y fuera del país", explica Andrés Felipe con mucha propiedad.
Su meta es que en todas las poblaciones, con el respaldo de las alcaldías, la gente se pueda unir no solo a una gran caminata sino a cumplir con el fin social de la misma: reunir alimentos, medicamentos y ropa para los más necesitados.
Aunque el proyecto es nuevo y apenas empieza a andar, su compromiso por los demás data de varios años atrás, después de que terminó su bachillerato e ingresó durante un año y medio al Seminario Mayor y al Seminario Misioneros San José.
Esto explica por qué, desde hace cinco años, todas las vacaciones de diciembre y de mitad de año organiza un grupo con unos 10 a 15 amigos para viajar a la Costa. Pero a diferencia de quienes solo viajan a parrandear, Andrés Felipe y sus amigos se van a compartir los conocimientos que tienen en cada una de las áreas que estudian.
"Hay muchas necesidades y entre todos podemos aportar nuestros conocimientos para ayudar", precisó.
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