Entre militares se entienden. Y eso han hecho y les ha dado éxito a Óscar Albeiro Figueroa y Oswaldo Pinilla, su entrenador.
Cuando el haltero antioqueño empezaba su incursión internacional, a principios de la primera década de este siglo, estuvo al mando de Pinilla Rueda en el batallón de Ingenieros de Palmira, donde era sargento viceprimero y después de intentar llegar a la Escuela Militar cuando apenas tenía 21 años.
Figueroa nunca pudo ser militar -una escoliosis le impidió seguir esa carrera, tal como lo hizo su hermano Wilson-, le pudo más el amor por las pesas y el tener a su lado a Pinilla, a su vez entrenador de este deporte en el equipo de Fuerzas Armadas.
Se formaron al calor de una educación férrea, con principios de amor por la Patria y de la defensa de una integridad humana y disciplina.
“Fui un militar exigente”, cuenta Pinilla, 25 años en el Ejército, de quien se puede decir ha sido el único que ha podido sobrellevar a Figueroa. “Es uno de mis mejores pesistas. Nos conocemos lo suficiente para saber qué nos gusta, qué está bien o mal hecho”.
De Figueroa se ha dicho que es un deportista difícil, poco amistoso, huraño y que habla fuerte. “Simplemente es saberlo llevar. Él siempre lucha por sus convicciones y por el buen trato que se les debe dar a los pesistas y deportistas en general. En Óscar destaco la lealtad, como gran virtud. Siempre luchó por mí como entrenador y por los entrenadores colombianos”.
Para Pinilla, el manejo del medallista de plata en Olímpicos de Londres-2012 y de oro en los de Río-2016, ha sido más que fácil. “Lo he sabido llevar, siempre con respeto, siempre dialogando. Y no es que sea ni flexible ni permisivo, es simplemente poner el respeto por encima de todo”.
1. Figueroa, deportista
La persona que más conoce a Figueroa es, sin duda, su entrenador, quien en su momento le había propuesto que se vinculara como soldado raso para tenerlo a la mano y guiarle su carrera, incluso con permiso de los superiores, quienes al ver los primeros éxitos del antioqueño nacido en Zaragoza, pero formado en el Valle del Cauca, empezó a mostrar con orgullo llevando los colores de las FF.AA., liga a la que representó hasta 2006, después de su paso por los Olímpicos de Atenas ubicándose en quinta posición.
“Es un ser dotado de talento, nació para las pesas, tiene condiciones excepcionales que lo llevan a ser campeón mundial juvenil -dos veces- y olímpico”, dice Pinilla de su pupilo, de 33 años de edad.
“Disciplinado, organizado, exitoso y aunque tuvo su bache en Olímpicos de Pekín-2008, ha sido un pesista que se propuso ser grande y lo logró, superando lesiones, inconvenientes e insatisfacciones, siempre con la cabeza en alto y mirando hacia el frente, tal como ha sido todo en su vida”.
En la cúspide de su carrera, se consagró, primero en Londres y luego en Río demostrando entereza y voluntad.
2. Figueroa, persona
“Óscar viene de una familia humilde que debió afrontar buena parte de la vida asumiendo momentos duros. Hubiera sido un gran militar y de alto rango, gracias a su formación estricta”, analiza Pinilla.
“Tal vez lo que le enseñó su padre -Isaac- y su madre -Hermelinda- en medio de tantas carencias le permitió tener una visión de la vida que luego la fortaleció con su ingreso al Ejército. Igual le permitió intercalar, de gran forma y con sabiduría, lo deportivo con lo personal”.
Y para quien siempre ha sido su ángel guardián, “Óscar es un ser entregado, en cuerpo y alma, y con fuertes convicciones y creencias que lo han llevado a ser grande”.
3. Figueroa, profesional
Sacará dos años “sabáticos” y volverá a las pesas -ya con 35 años-, dice Figueroa. Y que terminará sus estudios de Administración de Empresas para convertirse en dirigente deportivo.
“Viene desde abajo, se ha preparado y tiene conceptos y experiencia que le permiten pensar en que puede brindar su conocimiento en pro de la causa de los deportistas y entrenadores nacionales”, argumenta Pinilla.
“Está motivado y el estudio, en él, siempre ha sido un factor de desequilibrio en relación con muchos deportistas. Se viene preparando a diario y tiene en mente ser dirigente. Ojalá pueda llegar y luchar por el deporte, porque lo ha demostrado. Considero que puede ser igual de exitoso que en el deporte”