El Volvo S60, de venta en Colombia desde 2002, había desaparecido del catálogo de la marca sueca en 2015, ante la arremetida de las SUV en su rango de precios. Pero de nuevo llega al mercado para hacerse un lugar entre los sedanes Premium de las monarquías alemanas (Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes-Benz Clase C), además del representante británico Jaguar XE. Veamos cuáles son sus argumentos.
¿Cómo es?
Es un sedán de cuatro puertas, 4.7 metros de longitud y capacidad para cinco ocupantes. Esta, su tercera generación, se produce desde finales de 2018 en la nueva planta que tiene Volvo en Ridgeville, Carolina del Sur, en Estados Unidos. Allí se fabrican 60.000 unidades anuales de tal modelo.
La unidad probada por EL COLOMBIANO es el S60 T4 con el nivel de equipamiento Momentum, que está animado por un motor transversal que envía la potencia a las ruedas delanteras. Es un propulsor de cuatro cilindros, 16 válvulas y dos litros turboalimentado con inyección directa que produce 190 caballos de fuerza y 300 Nm de torque. Su fuerza se dosifica mediante una caja automática de 8 velocidades. Volvo la llama Geartronic y está firmada por el especialista ZF. El costo de este carro en el país es de $149.9 millones.
Por dentro
La comodidad es el mayor enfoque que se percibe al abordar el carro, aunque entrar y salir es una maniobra que requiere esfuerzo por lo bajo de la carrocería. Los asientos, en cuero Nappa, abrazan muy bien y las sillas delanteras tienen múltiples regulaciones y memorias para alcanzar fácilmente la posición ideal de conducción, además de un excelente soporte lateral y apoyo lumbar. El volante, como es usual en esta gama, se ajusta en altura y profundidad.
La sensación de calidad es digna de un modelo del segmento Premium, con materiales bien presentados, mezcla de cuero, aluminio, plásticos en negro piano e incluso maderas recicladas.
El cuadro de instrumentos es digital, simulando los relojes análogos, mide 12,3 pulgadas y puede configurarse en varios modos de presentación. En el centro de la consola tiene una gran pantalla táctil multimedia de 9 pulgadas y en posición vertical. Muy intuitiva y con muchas funciones de seguridad, monitoreo e infoentretenimiento con interfaz Sensus. El sistema de sonido, con 10 altavoces, es destacable por su calidad de funcionamiento y, como dato curioso, tiene disponible una unidad de CD, algo que ya no se ve en modelos de este nivel.
Hay un excelente espacio para los pasajeros de la zona trasera, con buena área para piernas y cabeza. El apoyabrazos central contiene dos portavasos y las salidas de aire se ubican en los parales y no al final de la consola. El baúl acomoda 442 litros.
Seguridad ante todo
En esta pantalla puede activarse el sistema que Volvo denomina Pilot Assist, un conjunto de ayudas a la conducción como el programador activo de velocidad, que mantiene una marcha constante y la disminuye al acercarse a un obstáculo. El asistente de mantenimiento de carril, que lee las líneas de la carretera y no permite que el auto invada la vía contraria por descuido del conductor. Opera entre 65 y 140 km/h. También los espejos retrovisores laterales tienen el sistema Blis para detectar y advertir mediante señales visuales objetos que se acercan a los puntos ciegos.
La visibilidad es buena, pero se ve penalizada en ciertas ocasiones por la ubicación un poco baja del espejo retrovisor central, que contiene un conjunto de sensores que leen las condiciones del camino y activan diversas funciones como las luces o los lavaparabrisas. Además, cuenta con cámaras para detectar obstáculos como peatones, ciclistas, animales en la vía y otros vehículos aplicando el sistema de frenado automático. Este conjunto se llama City Safety. También los sensores reconocen las señales de tránsito, específicamente las de velocidad permitida, para advertirle permanentemente al conductor sobre los límites a los que puede circular.
En las detenciones, el motor se corta y el carro se frena, es decir, nunca hay que oprimir el pedal para mantenerlo asegurado lo cual prolonga la vida de las pastillas. Para estacionarse, hay ayudas de diferentes cámaras que permiten una maniobra limpia y fuera de riesgos.
¿Cómo se comporta?
El encendido es bien curioso, mediante un botón que se gira a la derecha sin oprimirse y así mismo se apaga, como quien enciende una radio. La calidad de rodaje de este S60 es, sin duda, una de las mejores del segmento. La suspensión de serie parece neumática, el ruido es mínimo pues la insonorización es alta. Solo las imperfecciones pronunciadas del camino lo hacen caer duro sobre el asfalto, sobre todo por las llantas 235 de perfil, 45 en rines de 18 pulgadas.
La marcha es muy comedida y la aceleración es buena, aunque el turbo tiene un bache notorio entre el momento de oprimir el pedal y el enganche del sistema de sobrealimentación. El empuje es apreciable, pero sería preferible tener mayor potencia disponible como ocurre en las versiones con motores más briosos, como el T5 de 250 caballos, el T6 de 310 caballos o el T8, híbrido enchufable de 392, anunciado ya para el país. En Colombia se ofrece la opción R Design del T4 que tiene el modo Polestar para mejorar la entrega de la potencia. Según la ficha técnica, el T4 hace el 0 a 100 en 7,1 segundos y alcanza 220 km/h de velocidad punta.
Nuestro T4 tenía modo de conducción Eco, Confort y Dynamic. Este último torna la dirección más firme y comunicativa, aumenta la respuesta del motor a altas revoluciones y le confiere un sonido más “racing” a los escapes. En todo caso, el S60 T4 es un modelo que se siente mucho mejor en un manejo relajado y tranquilo. Tiene buenas reacciones cuando alcanza un régimen alto, claro, pero no es un deportivo.
La caja tiene un funcionamiento dinámico con cambios de marchas suaves y que no permiten mayor perdida en la entrega de potencia. La dirección, con asistencia eléctrica, es muy suave, a veces poco comunicativa, más enfocada al confort y a la facilidad de uso.
La estabilidad es otro de los puntos fuertes de este modelo. Nada como el comportamiento dinámico y la sensación de seguridad en curvas que ofrece un buen sedan Premium y aquí el sueco es un referente. Eso sí, la altura al piso de la carrocería se ve penalizada en cambios de rasante con ángulos pronunciados, como la entrada a ciertos estacionamientos subterráneos donde es fácil tocarlo por debajo si no se tiene la debida precaución. Lo más recomendado es ingresar a baja velocidad.
La iluminación, enmarcada en la forma de “Martillo de Thor”, característica de la firma escandinava, es mediante faros Led que no tienen reproche, incluso, el haz de luz gira en las curvas para iluminar una buena porción de las zonas laterales del camino..
Los frenos, con cuatro discos ventilados, tampoco tienen reparos, pues siempre están listos para entrar en acción sin asomos de fatiga. La distancia de frenado a altas velocidades es muy corta y segura.
El consumo de combustible se mantuvo en 34 kilómetros por galón con una conducción mayormente en carretera.