Las primeras clientas del sastre Jorge Orozco fueron las barbies de sus primas: tenía por ahí diez años cuando les hacía los vestidos. A esa edad su abuela Fany le enseñó a bordar con la técnica punto de cruz con la que hizo una colección de los muñequitos de Mario Bros y remendó varios pares de medias.
Siempre fue fiel a lo que le gustaba y todo lo hacía sin pensar mucho en las consecuencias. En la actualidad, a sus 38 años, el espíritu genuino de ese niño se conserva, sigue siendo irreverente, sigue haciendo ropa.
Nació en Bogotá y vive en Medellín hace 24 años. En 2010 se graduó de Diseño de Vestuario de la Universidad Pontificia Bolivariana, hizo las prácticas con los diseñadores barranquilleros Hernán Zajar y Lina Cantillo. Después de esa experiencia se fue a vivir un tiempo a Londres donde aprendió más a fondo el tema de la sastrería inglesa y su influencia en la historia del vestuario masculino.
Cuando regresó a Colombia, en 2012, creó su marca, Orozco Clothing, con la que ha venido experimentando precisamente el mundo de la sastrería, pero combinado con el denim: ha vestido a celebridades como Maluma, Esteman y la actriz María Fernanda Yepes, entre otros.
Es un apasionado por este tipo de textil y todo tiene una razón: antes de ser diseñador y sastre, Orozco fue durante varios años vendedor de jeans. Esto ocurrió en el año 2000 y ahí fue cuando se enamoró del denim: con esa empresa aprendió de telas, de lavados, de pesos, de gramajes, de composiciones.
“Me tocó la revolución del descaderado, esos jeans se vendían como arroz, era una cosa impresionante. Ese momento lo recuerdo con mucho orgullo porque sin esa experiencia este sueño que he logrado no existiría, fueron partícipes de mi encanto”.
Ese sueño materializado al que se refiere verá la luz hoy cuando abra las puertas de Orozco Blue Jeans, un espacio en vía Primavera, la calle donde empezaron grandes diseñadores de la ciudad como Isabel Henao, Daniel Hoyos y Alado. Ahora le llegó su turno.
El espacio
Jorge tendrá su línea de jeans en un pequeño y acogedor lugar que está pintado de azul por todos lados. “Un espacio curado por nosotros para que la gente sienta una experiencia marcada por el azul, nos lanzamos a los jeans femeninos y prendas unisexo”.
Un lugar que, además, le hace una exaltación al denim, a esa tela funcional y versátil que se usa tanto en la cotidianidad y que comenzó siendo una tela para hacer los uniformes industriales por su durabilidad, pero que con el tiempo se le dieron otros usos para hacer sastrería, bermudas y vestidos de baño.
“El denim tiene la capacidad de cambiar de acuerdo a la manera que se trate o que se quiera que cambie, se puede conservar un lavado o una apariencia, ella no queda como se compra. Trabajar con el denim es un reto, misteriosamente tiene algo muy preciso en el número de puntadas, el tamaño, el remache, los botones”.
Esa ha sido su misión: crear prendas confortables, que se vean bien y que sean comerciales. Que sean, sobre todo, comerciales porque “a mí me encanta vender”. Vender es su mayor satisfacción.
“Me llena de mucha alegría ver que alguien se pone algo que hicimos, eso me demuestra que lo logramos. Siempre he sido muy apasionado y me encanta que la gente sienta eso porque todo ha sido una evolución no solo mía, sino de todo el concepto y el conocimiento que hay detrás”.
Su equipo lo conforman más de 12 personas. En el taller en el barrio Provenza lo apoyan, por mencionar solamente a algunos, don Nélson en el tema de pantalonería y Fernando, “El Flaco”, en lo que tiene que ver con sastrería. Estos dos hombres se han convertido en sus amigos, consejeros y en “dos padres que la vida me puso en el camino”.
Jorge trabaja con marcas locales que le desarrollan los zapatos o los sombreros. Él simplemente es el curador que da la pauta para que las ideas se hagan realidad.
Durante estos más de diez años de carrera, dice, ha aprendido a crear una moda consciente. A utilizar, por ejemplo, la menor cantidad de agua posible en la fabricación de las prendas y aplicar químicos especiales que se descomponen naturalmente y no afectan el medio ambiente. En el proceso de una chaqueta, explica, por lo general se usan 30 litros de agua: él utiliza 15.
Orozco Clothing es más que una marca consolidada en Medellín, Bogotá y México (es muy fuerte en este país), detrás hay una mente, un diseñador que no para de explorar.
A Jorge le apasiona trabajar con el denim y el color azul, ese color que lo hace vibrar y soñar.
Tips sobre el uso del denim
1- Para conservar el estado de un jean o una chaqueta, por ejemplo, se recomienda lavar estas prendas lo menos posible y más bien orearlas en el tendedero.
2- En caso de lavarlas, se aconseja que sea por el revés y siempre con agua fría. En lo posible usar detergente para ropa delicada.
3- Opciones para darles una segunda vida a sus prendas viejas: una chaqueta la puede convertir en un chaleco o un jean en una bermuda. En este video Jorge explica cómo hacerlo.