De la adolescente que dejó su natal Cértegui, Chocó, en 2015 para radicarse en Medellín con la ilusión de aprender a jugar baloncesto, aprovechando su estatura (1.95 metros), queda poco. Ahora Yuliany Maryelis Paz Perea es una mujer que se ha ganado el respeto del baloncesto suramericano y el cariño de sus compañeras de las selecciones de Antioquia y Colombia, quienes la admiran por todo lo que ha logrado con su dedicación, disciplina y constancia.
En su más reciente aparición con la Tricolor en la AmeriCup en Chile, Yuliany fue la figura, impuso récord (34 tapones —la cifra más alta desde la edición 2003—) y se convirtió en la reina de los rebotes defensivos y ofensivos con los que las dirigidas por Luis Miguel Cuenca y Ricardo Pinzón vencieron a Puerto Rico 76-65 para confirmar su cupo en el Premundial del 2026.
Yuliany marcó 18 puntos bajo el aro y logró siete rebotes (4 defensivos y 3 ofensivos), para consolidarse como la jugadora del partido, algo que la tiene feliz.
Hablamos con la estudiante de Labor Social, quien ya está en Medellín, entrenando y estudiando, feliz por lo que lograron en Chile.
¿Qué le diría a la niña que salió de Cértegui en 2015?
“La felicito por todo lo que ha aprendido y crecido, porque llegó sin saber nada, solo con la ilusión de aprender a jugar baloncesto y ha alcanzado todo lo que se ha propuesto”.
¿Qué siente de ser figura de Colombia y lograr el cupo al Premundial?
“Es un orgullo, me siento cumpliendo un sueño porque mi objetivo era llegar a la Selección y ahora ser parte del equipo y recibir esos elogios por mi desempeño es algo que me llena de felicidad. La clasificación al Premundial nos tiene felices a todas, sabemos que no es un reto fácil, pero somos valientes, disciplinadas; en Chile demostramos que alcanzamos lo que nos proponemos y todas estamos ilusionadas”.
¿Qué sintió cuando le dijeron el récord que alcanzó?
“La verdad me sorprendí, no sabía nada de eso y cuando se acabó el partido y me contaron no creía, porque hay jugadoras que llevan muchos años, más que yo, y pues alcanzar esto es algo maravilloso; quedar en la historia de la AmeriCup me hace sentir orgullosa”.
¿Usted tenía esa misión de los tapones, qué le dijo el técnico?
“El profe no me habló de algo específico, pero sí nos recalcó mucho que teníamos que darlo todo para lograr la victoria, que había que jugar muy bien, duro y eso hicimos todas y por ello el resultado”.
¿Cuáles son sus metas ahora?
“Quiero seguir creciendo como deportista, salir al exterior a jugar como profesional, y desde ya pensando en marzo lograr la clasificación al Mundial; ese es el sueño de todas nosotras”.
¿Qué es lo que más recuerda de lo que vivieron en Chile?
“Fue un torneo difícil, queríamos pasar de primeras para tener un cruce más favorable, pero al perder el primer partido se dañó ese objetivo, por eso nos preparamos para luchar por el cupo al Premundial; la felicidad de todas es alta, porque nos esforzamos, luchamos y lo logramos”.
¿Cada cuánto va a su pueblo?
“Trato siempre de ir en fechas especiales para compartir con mi mamá, mi abuela. Aunque ellas también vienen algunas veces a Medellín”.