A sus 38 años el árbitro antioqueño Wílmar Roldán Pérez digiere con regocijo su “clasificación”, por segunda vez consecutiva, a la Copa Mundo Fifa.
“Me invade la felicidad, me siento pleno tras conseguir este objetivo tan grande”, dijo ayer el nacido en Remedios, Antioquia, quien en Rusia-2018 estará acompañado por los asistentes arbitrales Alexánder Guzmán (nortesantandereano) y Cristian de la Cruz (nariñense).
Roldán y compañía compitieron con 53 ternas de 46 países, de las cuales fueron elegidos 36 árbitros centrales y 63 asistentes que dirigirán los 64 partidos del Mundial.
El COLOMBIANO habló con el colegiado que el próximo 20 de abril viajará a Italia para presentar nuevas pruebas y recibir capacitación.
¿Esta vez fue más difícil quedar entre los elegidos en relación con Brasil-2014?
“La pasada fue muy dura, pero esta se dificultó un poco más porque aparte de uno saber pitar, ya tenemos que conocer el sistema del VAR (asistencia por video del árbitro). Ahí fue donde se demoró más el asunto porque había que preparar a los jueces para este nuevo mecanismo”.
¿Qué piensa del grupo con el que estará allí?
“Llevamos trabajando tres años juntos y nos ha ido muy bien en los torneos: Copa América de Chile (final), Mundial de Clubes, Copa Confederaciones, Copa Sudamericana (final), juegos de la Libertadores, Eliminatorias y en Colombia. Es un equipo homogéneo, fuerte y confío en que vamos a hacer una excelente labor de juzgamiento”.
¿Qué lecciones le dejó el pasado Mundial?
“Obviamente uno de novato en cualquier lugar llega con ansiedad, con deseos de dirigir lo antes posible. Hoy, cuatro años después, soy más maduro, con experiencia, y espero con más calma las oportunidades; sé lo que debo hacer en la cancha para que el partido salga de la mejor manera”.
Aparte del manejo de VAR, ¿qué otros aspectos se evaluaron para la elección?
“El fútbol moderno requiere de árbitros inteligentes, que entiendan bien el juego, que estén físicamente preparados como si fuéramos atletas de alto rendimiento, que sicológicamente manejemos el control emocional para poder estar a la altura del evento más importante del mundo”.
¿Qué significa para usted representar al país allí?
“Orgullo y mucha responsabilidad por haberme ganado un cupo. Un valor agregado es que también representamos a la Conmebol, entidad de la que solo va gente de 6 naciones. El trabajo que se hace allí, liderado por Wilson Seneme, es muy bueno. En Colombia se intentan hacer cosas, falta por mejorar, pero al menos a los que dirigen bien se les está dando continuidad y ese es un buen punto de partida”.
¿Expectativa para ir a la exótica Rusia?
“El año pasado estuve allá más de un mes por la Copa Confedereaciones. Me gustó mucho; sus habitantes son tranquilos, cultos, hay muchos lugares para conocer, la seguridad es excelente; es un país bonito y organizado”