La tenista colombiana Mariana Duque celebró este jueves que su próximo duelo frente a la paraguaya Verónica Cepede Royg garantice la presencia de una jugadora latinoamericana en los octavos de final de Roland Garros.
“Ser las únicas latinas en el cuadro es algo positivo para el tenis suramericano”, dijo a la prensa tras su agónica victoria frente a la eslovaca Magdalena Rybarikova por 1-6, 6-3 y 8-6, en dos horas y 14 minutos.
Duque se mostró “supercontenta” por haber conseguido llevarse un partido “muy duro” que se le complicó desde el principio: “Desde el primer juego, cada punto había que jugarlo muchísimo”.
“Ya acepto mucho más lo que me pasa con el saque, ahora hago más doble faltas de lo normal, y no saco igual de rápido que antes”, reflexionó a modo de autocrítica la colombiana.
La colombiana que llega por primera vez a la tercera ronda en el abierto parisino, consideró que el duro final de partido ante la eslovaca es “bueno para el próximo partido”, ya que “los últimos meses he venido luchando contra eso, a tratar de aprender a sufrir y manejar esos momentos difíciles”.
En el próximo partido tendrá como rival a una jugadora a la que conoce bien y con la que incluso ha compartido pareja de dobles, a la que considera “una gran persona”.
“Si me gana, me alegraré por ella, lleva tiempo jugando muy bien y ganando a grandes tenistas. Es un buen partido para las dos, nos conocemos bastante”, agregó.
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