Concentración pospandemia

El equipo nacional es uno de los primeros en regresar a Bogotá para afrontar una larga temporada camino a Olímpicos. Casi 10 meses.

Jorge Vivas, Céiber Ávila, John Lenon Gutiérrez, Yuberjen Martínez y Cristian Salcedo son los boxeadores paisas en la Selección Colombia de mayores. En la foto falta Ramón Corrales. FOTO colprensa

Esposas, hijos, padres y hasta una que otra amistad son los más tristes por la partida de Yuberjen Martínez, Céiber Ávila, Jorge Luis Vivas, John Lenon Gutiérrez, Ramón Corrales y Cristian Salcedo, quienes dejaron atrás seis meses al lado de los suyos para retornar a Bogotá a una nueva concentración que se antoja, desde ya, extenuante y bien distinta.

Es la era pospandemia. Y aunque el virus rebeldemente aún ronda en nuestras vidas, las de estos seis pugilistas antioqueños que hacen parte de la preselección nacional de mayores, parecen detenidas en un mundo inverosímil en el que tienen que librar una batalla diaria no solo para evitar el contagio que los saque del proceso sino adelantar una preparación ininterrumpida, inicialmente de seis meses rumbo a un clasificatorio, y posteriormente de otros cuatro meses si obtienen los cupos a los Juegos Olímpicos.

“Esta es prácticamente la largada. Pero la meta está en Tokio”, advierte Rafael Iznaga, el entrenador cubano responsable de la Selección Colombia de boxeo que desde ayer ya está en la capital del país dispuesta a todo por ampliar el cupo de 5 peleadores olímpicos con los que se acudió a Río de Janeiro-2016 (4 varones y una mujer).

“Nuestra máxima aspiración es superar esa cifra. Hay con qué, resta que todo salga como lo tenemos previsto y que los muchachos respondan pese al difícil momento por el que atravesamos y a la contingencia de haber “perdido” estos seis meses de cuarentena”, apunta Iznaga, quien convocó 14 púgiles (10 hombres y 4 damas).

Además de los paisas ya citados están: Yilmar González, José Viáfara, Diego Motoa (Valle) y Einer Julio (Bogotá), así como Ingrit Valencia (Tolima), Yeni Arias (Risaralda), Jessica Paola Caicedo (Valle) y Angie Valdés (Atlántico). Del grupo que se disolvió a finales de marzo quedaron por fuera Alexander Rangel (Bogotá) y Dayana Cordero (Antioquia) por abandono de la concentración, señala el entrenador.

“Iniciamos concentración, por ahora estamos en aislamiento, nos harán las pruebas covid para guardar los protocolos y estar seguros de nuestra salud. De resto ya todo en completa normalidad, dejamos atrás nuestras familias con las que compartimos durante los pasados seis meses y ahora toca trabajar fuerte para cumplir con el deseo de volver a los Juegos”, cuenta Céiber Ávila, quien estuvo a un triunfo de lograr bronce en Río (perdió en cuartos de final).

Este equipo es orientado por Iznaga con la colaboración de José Salinas, Raúl Ortiz y René Iznaga, quienes conforman el staff técnico.

Y aunque el tiempo ya cuenta, se tiene previsto un campamento en Bogotá al que acudirán peleadores en representación de 12 países para realizar un intercambio y al final un torneo relámpago que será el único de cara al clasificatorio olímpico previsto para marzo en Argentina.

“Vamos con toda, es una carrera contra el tiempo pero lo asumimos con gran responsabilidad y confiando en nuestras condiciones. Toca amoldarse a las nuevas normas sanitarias y cumplir con la exigencia de las prácticas”, apunta Jorge Vivas, otro de los experimentados del elenco tricolor y quien aspira, en la división de los 75 kilogramos, alcanzar e tiquete para la cita japonesa del año venidero.