Que con la edad se pierden reflejos, puro cuento. O por lo menos, esa condición no aplica en el tirador colombiano Danilo Caro, que hoy a sus 49 años, se mantiene como el mejor de Suramérica y quiere hacer historia al ajustar en Río-2016 sus quintos Juegos Olímpicos.
Desde hace más de tres décadas empuñó un arma, pero una deportiva, alejada de las de destrucción y muerte que tanto dolor le han causado a Colombia. Por el contrario, cada disparo de Caro es para darle una alegría al país.
“Mi primera participación internacional fue en 1981. Son más de 30 años de carrera”, dice Danilo con algo de nostalgia en su voz.
Cuenta que con los años se llenó de experiencia y aplica el concepto de que la práctica hace al maestro, porque hoy en día le es más fácil competir.
“La competencia se asume con mayor tranquilidad y ya no hay ese pánico escenico de hace unos años”.
Su mayor limitante no es lo físico. Usa gafas para ver de cerca, pero como le dispara a objetivos lejanos, mantiene su vista de halcón para hacerlo. Sin embargo, asegura que el mayor obstáculo sigue siendo los costos que esta disciplina acarrea.
Rememorando su época de mayor juventud, porque 49 años no es sinónimo de vejez, dice que en aquellos años le hubiera gustado tener la experiencia de hoy y que lo que extraña de esa época es el vigor y la vitalidad para competir.
“Tengo que decir que mis reflejos y la parte física siguen intactos, no es un deporte de fuerza o de velocidad. Mi visión es óptima. Afortunadamente practico mi deporte sin problemas”.
A estas alturas de la vida Danilo Caro está casado y con hijos, así que el sacrificio más grande es el tiempo que le exige esta disciplina, el mismo, que le arrebata momentos para estar al lado de sus seres queridos. “A veces no tengo el tiempo de antes. Por eso toca organizar mejor mi agenda para disfrutar de una conversación con mi esposa o un abrazo con mis hijos”.
Todavía sueña
Apostarle todo para clasificar a los Juegos Olímpicos de Río-2016, a los que llegaría con medio siglo de vida. Esa es la obsesión de Danilo. “Si lo logro seré el primer deportista colombiano en clasificar cinco veces a unos Juegos Olímpicos”. Precisamente, se desplazó a Acapulco (México) donde encarará la Copa Mundo en la que podría asegurar su clasificación a las justas.
El evento se realizará desde mañana hasta el 10 de marzo.
“Esa es una motivación más. En esta competición hay cupos para Juegos Olímpicos, pero la manera más directa de clasificar serán los Panamericanos, en Toronto”. Caro ya está clasificado para ese evento y se prepara con energía.
El retiro está cerca
Danilo cumple con su último ciclo olímpico y eso lo tiene claro: “a nivel de alta competencia se terminará mi carrera. Seguiré practicando, pero ya más a nivel regional y nacional. Ya hacer otro ciclo olímpico lo veo muy complicado”.
Lo más importante es que esta disciplina dejó huella en él. “Me hizo una persona más organizada, disciplinada, responsable. Me permitió conocer medio mundo, tener amigos en todas partes. Aprender a querer al país y hacerlo respetar”. También, le sirvió para mantener una vida sana y servir de ejemplo para otras personas.
Tras el retiro tendrá tiempo de dedicarse a su ganado lechero y a sus cafetales. “Hace dos años me fui a vivir al Quindío a sembrar café ”.
El consejo para las nuevas generaciones es claro. Dice que es un deporte que requiere dedicación y disciplina para llegar lejos.
“No pierdan las esperanzas de salir adelante. Que le pongan alma corazón y vida. Hasta el último tiro no se pueden dar por vencidos. De las derrotas se aprende. No siempre se gana . Todo lo que se coseche dará frutos.”.