Hace 25 años era normal que los jugadores recibieran los 20 años con el anhelo del pronto debut profesional. Lo esperaban como el final de un proceso formativo que comprendía una participación obligatoria en las ligas departamentales y en las inferiores de los clubes nacionales.
El paso natural era debutar en el balompié nacional y, con un talento superior, emigrar luego al exterior. Pero las cosas han cambiado sustancialmente en los últimos años: en 2014 el país contaba con 43 canteranos (jugadores que se hacen en las divisiones menores), entre los 10 y los 20 años en clubes del exterior, sin paso alguno por el fútbol formativo colombiano. Hoy esa cifra es seis veces mayor, y eso que falta información más precisa de países de Europa Oriental y Asia.
El caso Radamel Falcao, que se forjó en el River Plate argentino y nunca jugó en la primera división colombiana, es el más sonoro. Pero en este momento una camada de colombianos se abre camino (ver uno por uno) al punto de comenzar a sonar, a pesar de la distancia, como posibles piezas importantes para representar a la Selección Colombia en sus diferentes categorías.
Esta dinámica ha obligado a los seleccionadores de la Tricolor a ampliar su panorama y labor de veeduría de futbolistas y también a tomar decisiones difíciles que determinan la inclusión de unos y exclusión de otros en esos elencos.
Eduardo Lara, quien fue entrenador de los combinados sub-17, sub-20 y mayores, explica que los clubes internacionales les dan a los jóvenes las posibilidades de figurar así sea en sus categorías menores, entonces ellos ven que tienen una opción que acá es esquiva y se arriesgan. “Si se destacan los terminamos conociendo y si no, se pierden. El que es destacado debe ser tenido en cuenta, porque no es fácil jugar afuera, pero acá hay muchachos que hacen todo el proceso correctamente para estar en el seleccionado”, alude el técnico del Envigado.
Recientemente Arturo Reyes, técnico de la Sub-20, fue criticado por negarse a convocar jugadores del exterior, pues consideraba que estos no tenían el compromiso suficiente con la Selección nacional por estar distanciados del país.
“Cuando a uno lo eligen técnico de una Selección, debería tener la autonomía de escoger a quienes cree pueden plasmar mejor la idea que se pretende, independientemente de si juega acá o afuera”, opinó el técnico Orlando Restrepo, exseleccionador del onceno sub-17, en defensa de Reyes.
¿Por qué los buscan niños?
Una de las razones por las que emigran, incluso, desde los 9 o 10 años, es que los empresarios o equipos que compran el pase de los jugadores se ahorran el pago de los derechos formativos. Un beneficio para los clubes que intervienen en la formación de un futbolista entre los 12 y los 23 años. Pasó con Lionel Messi, quien se marchó con su familia de Argentina a España pues, por los problemas hormonales que impedían su crecimiento, ningún club en su país le brindó oportunidades.
Barcelona vio el potencial de “Leo” y desde los 11 años lo incorporó a su institución sin costo alguno. Mejor dicho, el considerado por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos no le valió un solo peso al club catalán. Su caso ha sido similar al de otros talentos gauchos y brasileños.
En Colombia, el fenómeno es relativamente nuevo y se acentuó con la participación en los últimos dos mundiales, además porque el futbolista nacional es más barato y ofrece una excelente relación calidad-precio. “Los clubes buscan jugadores económicos para que les genere mayor ganancia”, sostiene el entrenador Jorge Luis Pinto. A continuación 4 razones que propician la fuga de talentos
LOS JUGADORES QUE NO HAN DEBUTADO VALEN MENOS: EMPRESARIOS
Marc Salicrú (en la foto con Messi) es un empresario español de jugadores, y los futbolistas colombianos son sus preferidos. Él cree que en los últimos años el mercado colombiano creció y se mira más que antes.
“Hoy en día muchos más jugadores de primera división van al exterior y a mercados como el mexicano y el europeo, en los que económicamente hay bastante potencial, y todo esto ha influido en que el mercado colombiano haya subido de precio. Al principio cuando venía a Colombia podía firmar jugadores por un millón o dos millones de euros, quizá tres, pero en los últimos años se ha disparado el precio de los jugadores colombianos, incluso alcanzando cifras de US$16.2 millones. Lo que sucede es que cuando el mercado se pone tan caro deja de ser asequible. Equipos como Benfica, Porto, Udinese, Watford se han dado cuenta de eso y saben que si los jugadores jóvenes llegan a debutar en la primera división colombiana les van a pedir cifras muy importantes. Entonces lo que intentan es “agarrarlos” lo más pronto posible, entre 17 y 18 años, antes de que debuten como profesionales. Si esos negocios les salen bien, perfecto. Y si fracasan en el intento, pues no se han gastado tanto dinero como podría ser en un jugador ya formado. El motivo principal es porque a esas edades pagan menos dinero. También puede ser un tema deportivo, porque un muchacho más joven tiene tiempo de aprender cosas que no puede lograr un jugador de más de 22 años. En algunos casos se los pueden llevar gratis, porque los equipos no los han firmado con un contrato largo”.
1.074
jugadores colombianos hay en el fútbol profesional actualmente. Cerca del 75% se encuentran fuera del país.
9°
puesto de Colombia en cuanto a exportación de jugadores, según datos del CIES. El primero en la lista es Brasil.
234
futbolistas están repartidos en los equipos del continente americano, los restantes están en otros continentes.
20
años es el promedio de edad con el que debutan los futbolistas colombianos en el fútbol internacional.