El empate 0-0 entre Brasil y Venezuela era, hasta anoche, la sorpresa de la Copa América de Brasil, porque el 2-2 que alcanzó Japón frente a los uruguayos fue más inesperado.
Uruguay se había mostrado como gran favorito después de golear 4-0 a Ecuador en el primer partido de su grupo. Además, el entusiasta elenco asiático, que llegó a Brasil con mayoría de juveniles para que sumen experiencia, tampoco había dejado una buena imagen al caer, también 4-0, frente a los chilenos.
“Un empate sería un resultado importante para nosotros”, había destacado el entrenador japonés, Hajime Moriyasu cuando le preguntaron por el juego ante los charrúas.
Sin embargo, en alusión a Luis Suárez, fueron los japoneses los que esta vez mostraron los dientes e irrespetaron la regularidad del proyecto que comanda el técnico Tabárez, que suma 13 años.
A los 25 minutos, Koji Miyoshi realizó un remate con la derecha que dejó sin opciones al portero Fernando Muslera después de una gran asistencia de Gaku Shibasaki.
Fue un campanazo para los uruguayos, que heridos en su orgullo fueron a buscar el empate y lo lograron, otra vez con el VAR como protagonista. El sistema le demostró al árbitro del compromiso que el defensor japonés Naomichi Ueda había cometido una infracción dentro del área.
Llegaría Luis Suárez para igualar las acciones y todos suponían que la normalidad se tomaría el encuentro, y el favorito Uruguay, se impondría sobre su rival como estaba estipulado.
El primer tiempo terminó, y la obligación para la etapa complementaria era de los dirigidos por el Maestro Tabárez, pero los japoneses dieron muestra de su disciplina táctica y a los 59’ minutos volvián a terminar con cualquier lógica. De nuevo, Koji Miyoshi puso a su selección arriba en el marcador con un fuerte remate de pierna izquierda.
Los apostadores se frotaban las manos, porque antes del compromiso, las casas de apuesta pagaban 20 veces un triunfo nipón.
Sin embargo, los japoneses se dejaron impresionar por la historia y se replegaron entregándole la pelota a Uruguay que insistió por el empate, y lo encontró gracias a José Giménez, quien cabeceó un centro de Nicolás Lodeiro, a los 66 minutos.
Fue en ese momento cuando Uruguay se dio cuenta que podía seguir de largo, pero en pocos minutos quiso hacer lo que no había hecho en todo el partido, por lo que el tiempo no le alcanzó. El 2-2 dejó en duda su protagonismo en esta edición de la Copa América, y los charrúas deberán volver a mostrar credenciales, porque este partido dejó incertidumbre en el ambiente.
