La final de la Copa Sudamericana en el estadio General Pablo Rojas de Asunción prometía ser histórica. Racing y Cruzeiro se enfrentaban por el ansiado título de “la otra mitad de la gloria”, un duelo continental cargado de emoción. Pero mientras miles de hinchas llenaban las gradas, entre cánticos y banderas, una historia se robó el protagonismo fuera del campo: la de un padre y su hijo, cuyo amor por Racing los llevó a un sacrificio que parecía no ser recompensado.
Viajaron 36 horas desde Ezeiza hasta Paraguay, persiguiendo un sueño que había comenzado mucho antes. Su ilusión era contagiosa, pero al llegar al estadio, esa alegría se transformó en desazón: las entradas que habían comprado con tanto esfuerzo fueron canceladas. Los boletos, vendidos desde el lado brasileño, simplemente ya no existían para ellos. “Esto no es plata, es un sentimiento”, expresó el padre ante las cámaras, entre la tristeza y la impotencia.
El hombre, con su hijo al lado, intentaba contener el llanto mientras relataba la situación. “A todo lado seguimos a Racing. Esto es como Gustavo Costas, es amor puro, pero ahora no puedo entrar a verlo”. La transmisión en vivo de SportsCenter amplificó la historia, llevándola a miles de televidentes y, entre ellos, a alguien que no se quedó indiferente: Juan Fernando Quintero.
El colombiano, quien no solo había dejado su huella en el césped con su fútbol brillante, demostró que su grandeza no se limitaba al balón. Apenas conoció lo sucedido, tomó acción inmediata. Su representante contactó al padre y su hijo para entregarles dos entradas, asegurando que su travesía no sería en vano.
Minutos después, la imagen de ambos regresó a la pantalla, pero esta vez con lágrimas de alegría. “El representante de Juanfer nos dio las entradas. Más grande no puede ser ese muchacho. Lo que hizo por nosotros no tiene precio. Juanfer, sos enorme, pibe. ¡Te amo como si fueras un hijo más!”. Las palabras del hombre, quebrado por la emoción, resonaron tanto como los cánticos que llenaban el estadio.
Dentro del campo, la final cumplió con las expectativas. Racing se impuso 3-1 ante Cruzeiro con una actuación estelar de los colombianos Quintero y Roger Martínez, quienes lideraron al equipo hacia el título. Pero para este padre y su hijo, el verdadero triunfo ya había sucedido. Quintero no solo ayudó a ganar un título, sino que convirtió una historia de dolor y frustración en una noche inolvidable. En el mundo del fútbol, donde las emociones suelen estar ligadas a lo que sucede en el terreno de juego, él recordó que las verdaderas victorias se escriben con humanidad.
La imagen de aquel padre abrazando a su hijo al final del partido, con una sonrisa que lo decía todo, se volvió viral rápidamente. “Gracias a Juanfer, esta noche será eterna para nosotros”, dijo. Y lo fue.
Porque Racing levantó la copa, pero Quintero levantó algo mucho más grande: el espíritu de una hinchada y el corazón de una familia.
¿Regresará Juanfer a River Plate?
El técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, fue indagado por un posible regreso de Juan Fernando Quintero a la institución de la banda cruzada. El entrenador argentino no lo descartó y dejó abierta la posibilidad para la vuelta a la institución del colombiano. “Mi relación con Juanfer ya es conocida. Él lo ha manifestado, siempre he tenido mucho cariño con respecto a la relación que hemos generado, más allá de mi exigencia para con él y él sabe que ha tenido que soportarme siendo exigido. Por más que hoy esté vistiendo otra camiseta, lo considero una persona a la que quiero mucho, que es parte también de la familia riverplatense, porque él lo ha mencionado muchas veces, o sea que nunca se sabe lo que pueda pasar”, comentó.
