El partido tuvo unos fines benéficos para luchar contra una enfermedad.
Más allá del resultado (3-3) del amistoso que disputaron este miércoles el Barcelona de España y el Manchester City inglés en el Camp Nou, está la razón por la que lo jugaron.
Fue una noble causa y se realizó para recaudar fondos con el fin de fortalecer el estudio de la enfermedad degenerativa que no tiene cura, ELA.
Este es un padecimiento de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios.
Lo recaudado en el encuentro será en apoyo a la Fundación Luzón, teniendo en cuenta que al exportero y entrenador azulgrana, Juan Carlos Unzué, se le diagnosticó la enfermedad neurológica degenerativa incurable hace poco más de dos años.
Barcelona y Manchester City no se enfrentaban desde la Champions de 2016, el 1° de noviembre, cuando el equipo inglés venció por 3-1 a los españoles.
