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¿Cómo hacen para vivir los deportistas de disciplinas no tradicionales en Colombia? Este es el difícil panorama

Si no es en la élite del fútbol o del ciclismo, los deportistas de una disciplina no tradicional en Colombia hacen malabares para poder competir y sobresalir.

  • El Parkour (acrobacia en las calles) es otro de los deportes que gana adeptos a diario, pero que cuenta con poco apoyo del Gobierno y la empresa privada. Ellos hacen piruetas para sobrevivir. FOTO Juan Antonio Sánchez
    El Parkour (acrobacia en las calles) es otro de los deportes que gana adeptos a diario, pero que cuenta con poco apoyo del Gobierno y la empresa privada. Ellos hacen piruetas para sobrevivir. FOTO Juan Antonio Sánchez
23 de septiembre de 2023
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Hacer rifas, vender comida, recaudar dinero por Nequi, cuentas bancarias o por una Vaki y hasta hacer fiestas para poder competir, son algunos de los malabares que deben hacer quienes se dedican a los deportes no tradicionales en Colombia.

Y es que como dicen por ahí, estos deportistas no tiran la toalla “por amor al arte”.

En Colombia, si no es en el fútbol o el ciclismo de élite, difícilmente se puede vivir del deporte y, sin embargo, cada vez más son los deportistas que salen a representar al país en disciplinas emergentes.

Bike Trial, escalada, Parkour, parapente, artes marciales, BMX, skate boarding, roller blade, entre otras, son disciplinas que se vienen masificando pero a las que la empresa privada y el Gobierno nos les brindan la suficiente atención y respaldo.

Son las propias familias las que deben sacar dinero de sus bolsillos para sostener el sueño de sus hijos, esperando que puedan destacarse y, aunque deban emigrar a otros países, consigan un patrocinio o alguien que los respalde, porque en las naciones desarrolladas estos deportistas sí son reconocidos y hasta becados para que puedan vivir de los que los apasiona.

El exministro del Deporte, Ernesto Lucena, asegura que el Gobierno debe cambiar el enfoque y ser mucho más incluyente con todos estos deportes que se han convertido tendencia en el mundo.

“Actualmente surgen diferentes modalidades deportivas no convencionales que necesitan estudiarse, investigarse y divulgarse por los profesionales de Cultura Física, Deporte y Recreación, con el fin de crear formas que ayuden a su crecimiento en Colombia”.

Según el exministro, para esto se necesita contar con personas que conozcan este tipo de disciplinas.

“Se requieren profesionales en deporte que dominen la temática de las nuevas modalidades no convencionales. Profesionales necesarios para crear, ejecutar y dirigir programas de dichas políticas, para desempeñarse en un nuevo campo laboral que actualmente crece a un ritmo acelerado”.

Natalia Jaramillo, una de las mejores parapentistas del país, habla de la frustración de muchos deportistas que tienen talento, pero no los recursos para mostrarlo.

“Para nosotros como deportistas es demasiado frustrante tener las ganas de salir adelante y competir, y no tener una federación ni un club que nos ayude”.

Las cifras del Ministerio del Deporte dan cuenta de que de cinco niños que nacen en Colombia, tres quieren ser futbolistas; y en los últimos 10 años, algunos pretenden ser ciclistas y otros se dedican a deportes no convencionales. Estas cifras tienen que ver con una cultura que se ha arraigado y en la que muchas familias ven en sus hijos a los salvadores económicos y, al fútbol, como la forma de lograr mejores ingresos.

En cambio, por ejemplo, los practicantes de artes marciales mixtas en Colombia ganan entre 2 y 3 millones de pesos por pelea, teniendo un promedio de 3 o 4 combates al año. En las grandes ligas de este deporte un peleador novato con poca experiencia y sin contar con derechos de televisión gana un aproximado de entre 10.000 y 16.000 dólares solo por parase en el octágono, además de 4.000 dólares que paga la marca patrocinadora, lo que viene a ser entre 50 y 70 millones de pesos.

Estas ganancias permiten que un artista marcial que llegue a estas empresas pueda vivir de este deporte, mientras que en el país, quienes lo practican lo hacen más por pasión y deben tener trabajos alternos para subsistir.

Daniel Palacios, exdirector del Inder Medellín, asegura que antes las administraciones estaban más pendientes de estas disciplinas que ahora.

“Recuerdo que rescatamos jóvenes de la violencia apoyando deportes muy urbanos, nuevas tendencia que están convenciendo a niños y jóvenes. Eso nos permitió ayudarle a una población vulnerable y con situaciones socioeconómicas complejas, entonces es un tema que no se puede echar al olvido. De hecho, conocimos historias de muchachos que ahora son de los mejores exponentes de estas disciplinas que nos han dicho que si no hubiera sido por estos deportes estarían en otro cuento, en las drogas o la violencia”.

Así que Colombia debe convencerse que hay que masificar otros deportes con la ayuda estatal, de los contrario, quienes dejan en alto el nombre del país seguirán atravesando las penurias de intentar vivir de estos deportes.

Mauricio casi muere

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En una competencia de Freestyle Masters en México en 2015, el piloto caleño de motocross, Mauricio Ospina, sufrió un terrible accidente en el que por poco muere tras sufrir lesiones de las que aún no logra recuperarse del todo. Mauricio estuvo varios días en coma y tuvo fracturas en todo su cuerpo, las más graves las sufrió en su cabeza. Pese a que el evento en el que participaba era de una marca reconocida, apenas le ayudaron con parte de los gastos médicos de su accidente; el resto tuvo que hacerlo por su propia cuenta y con la ayuda de amigos. Su caso dejó en evidencia el gasto que deben hacer de su propio bolsillo estos deportistas.

El reto de lograr sueños

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Este caso se hizo famoso el año pasado cuando Dariana Sánchez, Tatiana León y Mary Sol Echeverry tuvieron que vender arroz chino para asistir al Mundial de Taekwondo, después de ganarse a pulso las casillas en la Selección Colombia. Ellas trabajaron para conseguirlo en medio de una sensación de incertidumbre por la falta de recursos. Para ellas fue un logro inigualable, pero luego vino el estrés de pensar en si iban a poder recoger los 45 millones de pesos que costaba cumplir ese sueño. “Hicimos una lluvia de ideas y diferentes actividades para poder recogerlo, desde rifas hasta la venta del arroz chino”, recuerdan las taekwondogas.

Jamás tiraron la toalla

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Rifas, ventas de dulces, ropa y otras opciones e ideas recursivas para poder costear sus viajes a mundiales, han hecho las mujeres de la Selección Colombia para no ver frustrado su sueño de representar al país. Y es que los altos costos de los viaje de la delegación, los cuales deben correr por cuenta de cada una de las integrantes del equipo, han hecho que muchas no lo logren, tras un trabajo serio y de reconocimientos internacionales. “Uno tiene que empezar a poner la plata y para los papás no es fácil pagar viajes que cuestan millones de pesos”, dijo Andrea Macía, quien ha figurado en las selecciones Colombia.

John Eric Gómez

Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.

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