Antes de tomar la partida en la competencia, Valeria Vargas Atehortúa dio dos vueltas al circuito de 800 metros, por los alrededores de la unidad deportiva Atanasio Girardot, el cual parecía un hervidero por la cantidad de ciclistas, entre los 9 y 12 años, presentes.
Luego, pese a la luz de sol que pegaba sobre su humanidad, la niña de 11 años y de buena talla -casi 1.65 metros de estatura-, continuó calentando sus piernas, por espacio de 30 minutos, montada en rodillos.
“Me levanté casi a las 5 de la mañana y una hora después ya estaba viajando a Medellín para no perderme este lindo evento”, contó Valeria, natural del municipio de El Carmen de Viboral y quien fue ayer una de las sensaciones en el certamen de babyciclismo, el cual cumple su séptima edición en el marco del tradicional Festival de Festivales.
“Este deporte lo llevo en la sangre”, responde la menor de tez blanca, ojos verdes y largas trenzas cuando se le pregunta de dónde nace su voluntad y entusiasmo para practicar la disciplina de los pedales.
“Es de herencia”, agrega mientras luce su linda sonrisa.
Su padre, Nelson Vargas Osorio, en la época del 90, fue ciclista profesional. Compitió en 10 vueltas a Colombia; y Carolina, su hermana, de 17 años, y que la acompaña en el babyciclismo, es la actual campeona nacional de ruta y panamericana de persecución por equipos.
“Hasta el 2017 practiqué patinaje, pero la verdad me enamoré más del ciclismo”, dice Valeria y Carolina agrega: “es que es algo como imposible de evitar en nuestras vidas. La verdad, queremos llegar muy lejos en este deporte, conocer muchos países”.
Ayer, Valeria terminó en la segunda posición en la contrarreloj (1.08,708), con la que se dio inicio al evento y ganada, en preinfantil, por María Antonia Londoño, de Puerto Berrío (1.07,832). A partir de las 9:00 a.m., en la carrera de ruta, espera seguir siendo protagonista. “Mi papá me dice que no deje de luchar por mis sueños y que mantenga la humildad y respeto”, concluye Valeria, que hoy vuelve a madrugar para continuar pedaleando, lo que le genera alegría e ilusión.