Las consecuencias del temido terreno de adoquines o pavé que este martes fue protagonista en el cuarto día de competencia del Tour de Francia, no se quedaron únicamente en las piernas y cara empolvada de los ciclistas.
El antioqueño Rigoberto Urán mostró en redes sociales la herida de guerra que le dejó el manubrio de la bicicleta en su mano derecha, después de superar los siete tramos y más de 10 kilómetros de carretera destapada.
No obstante, el pedalista del Etixx-Quick Step se las arregló para llegar a la meta entre los veinte primeros puestos y conservar el séptimo lugar en la clasificación general de la carrera, a 46 segundos del líder, su compañero de equipo Tony Martin.
(Lea aquí: Los colombianos superaron el duro pavé del Tour de Francia).
El terreno de pavé es el que mayor desgaste físico genera a los deportistas y el que más inconvenientes técnicos provoca.
El año pasado Alberto Contador y Chris Froome resignaron gran parte de sus posibilidades al título en la etapa de adoquines, después de sufrir lesiones a causa de sendas caídas.