Desde ayer el ciclista Chris Froome comenzó a experimentar las sensaciones de lo que es entrenar en Antioquia y, quizá, a entender por qué los corredores de esta tierra, que están entre sus fuertes contendores en cada carrera, son tan fuertes.
No habían pasado 13 horas desde su arribo al país y el keniata blanco, como se le conoce al corredor por haber nacido en Nairobi hace 33 años, ya estaba vestido de licra, así como el resto de compañeros, recorriendo en bicicleta las montañas paisas, las mismas por donde competirá en el Tour Colombia 2.1 entre este 12 y 17 de febrero.
Se pensaba que la escuadra británica no saldría a rodar luego de su largo viaje desde Europa, pero como un relojito siguió al pie de la letra el guion de su planificación. Ni el intenso frío y la constante lluvia que arropó ayer al Oriente paisa frenaron su andar. Por tres horas exactas rodaron por El Retiro, La Ceja, Rionegro y Guarne, municipios cuya altitud está por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Con respeto, bastante decencia y su habitual sonrisa, Froome, el ciclista más emblemático en la última década, se excusó por no dar entrevistas, comprensible al estar en modo concentración. Eso sí, cuando algunos aficionados se le acercaron para sacarse una foto con él, este de inmediato cumplió con sus anhelos.
Ya en el entrenamiento, en el que estuvieron escoltados por dos motos y una patrulla de la Policía Nacional, Froome, ganador de cuatro Tours de Francia, una Vuelta a España y un Giro de Italia, mostró pericia cuando descendía rumbo a la población de La Ceja mientras cogía las cerradas curvas que se hacían más peligrosas por el piso mojado.
Por pasajes del recorrido, en el que Froome se vio bien resguardado entre los colombianos Egan Bernal e Iván Ramiro Sosa, el ecuatoriano Jhonathan Narváez, el español Jonathan Castroviejo, el británico Tao Geoghegan Hart y los italianos Gianni Moscon y Leonardo Basso, tuvieron espacio para charlar. Tal vez el chaparrón que caía sobre ellos hizo que no llevaran un ritmo tan frenético.
Esto permitió que por algunos kilómetros un aficionado se les pegara a sus ruedas y de paso grabara el inolvidable momento de rodar con la prestigiosa escuadra que se lleva elogios.
Antes de salir a entrenar, los aficionados quedaron perplejos con la organización del elenco que cuenta con la dirección para esta carrera del francés Nicolas Portal y el español Xabier Artetxe.
“Tuve la oportunidad de ver por dos horas cómo se preparan antes de salir a correr. Es increíble su logística, el acompañamiento que tienen los corredores, su tema de alimentación, sus vehículos, herramientas, bicicletas. Se les ve mucha unión y profesionalismo, con razón son tan fuertes”, indicó Julián Loaiza, practicante de ciclismo y la vez entrenador de tenis de campo que visitó el hotel Movich, cerca al aeropuerto José María Córdova, donde está concetrado el Team Sky.
A diferencia del año pasado, este elenco arribó al Tour Colombia con 15 días de anticipación. “Llegamos una semana antes que en 2018. Aquí se siente mucho amor por el ciclismo y en el tema físico el sitio es ideal para prepararse. La temperatura es perfecta, no hace mucho calor ni frío, así como la altura. El cuerpo responde bien para enfrentar luego una práctica dura, así como el bloque de carreras que tendremos después. Estamos pensando en la temporada, y la gente que tenemos aquí es para hacer un buen trabajo de cara a grandes desafíos como el Giro y el Tour de Francia”, concluyó Portal .