Cuando sacó la prenda de la bolsa, Luis Fernando Valencia la empezó a exhibir como un trofeo. Parecía un niño que disfruta su juguete nuevo.
Luego se la enfundó y empezó a sacarse fotos para enviarlas por WhatsApp al grupo que lleva por nombre Los Montadores de Mountain bike, el mismo que durante la semana se ve rodando por las distintas carreteras de la geografía antioqueña. “Cuando vean esta camisa, estoy seguro de que muchos más compañeros se van a animar a participar en el Ciclopaseo del Clásico EL COLOMBIANO”, dice Luis Fernando, a quien apodan el Turco, por sus ojos verdes y nariz aguileña como los hombres de ese país que comparte territorio en Europa y Asia.
“Creí que ya estaban cerradas las inscripciones por la página web del Clásico, entonces me di a la tarea de madrugar para venir personalmente –a la casa editorial en Envigado– y anotarme porque le tengo bastante aprecio al evento”.
Valencia recuerda que hace siete años su vida estuvo en peligro. “Casi me muero, me dio una diverticulitis (trastorno digestivo debido a la formación de vejigas o bolsas en la pared del intestino). Era una cosa horrible, tenía hemorroides sangrante y me tuvieron que operar. Lo primero que me dijo el médico fue que me pusiera las pilas a hacer deporte y cambiar de dieta. Me dediqué entonces a montar en bicicleta y a dejar el trago en exceso, solo me tomo de vez en cuando una copa de vino”, relata el Turco, al agregar que su primer acercamiento con un caballito de carbono fue precisamente en el Ciclopaseo del Clásico de 2012.
“Y siempre hago el esfuerzo para no perdérmelo. En realidad el pedalismo es ya mi vicio, mi enfermedad, una obsesión, por eso hay que tener disciplina. Me permite conocer lugares, amigos, disfrutar de los paisajes, la verdad me da salud”, agrega el hombre de 55 años, quien este 1° de mayo volverá a lucir la trusa del certamen que gana adeptos y que espera contar con 1.000 pedalistas en el trayecto de 20 kilómetros por el municipio de El Carmen de Viboral .