El vallecaucano Héctor González es el patriarca de una dinastía de deportistas, 3 mujeres y un hombre, que representan a Colombia con orgullo. Su hijo Christian acaba de hacer historia para el país al ser elegido por los Patriots de Nueva Inglaterra para jugar en la NFL, pero sus otras hijas también dejan huella.
Melissa representó al país en los Olímpicos de Tokio-2021, mientras que Samantha y Lily lo hacen a nivel universitario. Dialogamos con el patriarca de esta familia, quien también fue deportista de élite.
¿Cuál es su historia como deportista?
“Primero quiero agradecer el apoyo y el interés que todos los medios de comunicación en Colombia han tenido por el logro histórico de mi hijo. Nací en Cali y comencé jugando fútbol como portero”.
¿Entonces por qué terminó en el baloncesto?
“Cuando fui creciendo mi hermano me dijo que por mi estatura (2.02 m) debía practicarlo. Llegué a la Liga del Valle con el profesor Jorge Cárdenas que me enseñó todo en este deporte. Llegué becado a los Estados Unidos y alcancé a jugar División 1 que es antes de la NBA”.
¿En qué equipos de Colombia jugó?
“Con Valle y con Los Paisas también, equipo con el que quedamos campeones con el profe Hernán Darío Giraldo, junto a Álvaro Teherán y Timmy Gibbs, entre otros buenos jugadores. Después jugué también con Piratas de Bogotá”.
¿A qué se dedica ahora en Estados Unidos?
“Primero trabajé en una compañía de bodegas y también estudié Administración de Empresas. Ahora trabajo en una compañía que se llama Harman International en la parte de ventas y logística”.
¿Cómo les inculcó a sus hijos el amor por Colombia para que ellos compitan por el país?
“Mi hija Samantha también representó a Estados Unidos en un Mundial Sub-17; Melissa trató y no quedó y después se le dieron las cosas para competir por Colombia hasta en los Juegos Olímpicos. Desde niños se les inculcó y a ellos les gustó mucho, porque aprendieron a querer más a su país estando acá que viviendo allá en Colombia”.
¿Cómo les va a ellos con el español?
“Lo entienden, pero a veces no lo hablan por miedo a equivocarse”.
¿Su hila Lily también es deportista?
“Sí, ella juega fútbol (Soccer) y también practica atletismo desde hace 2 años”.
¿Cómo recibió la llegada de su hijo Christian a los Patriotas de la NFL y, sobre todo, cuando abre su chaqueta y muestra la bandera de Colombia?
“Es algo que no se puede describir con palabras. Fue una sorpresa para mí. Me dijo: ‘papá te tengo una sorpresa’, pero no sabía qué era. A él nadie le dijo que lo hiciera, fue su iniciativa. Me dio mucha alegría y se me vinieron las lágrimas, porque él sintió el deseo de honrarme a mí y a su abuelo que ya falleció. Me dio mucho sentimiento”.
¿Es cierto que en algún momento le dijeron a Christian que no servía para el fútbol americano?
“Christian viene jugando fútbol americano y practicando atletismo desde muy pequeño, y mostraba sus habilidades. Cuando llegó a la secundaria un entrenador lo puso en el equipo B y no jugaba en el principal. Una vez entre lágrimas me preguntaba qué pasaba, por qué no lo tenían en cuenta y fui y hablé con el entrenador y me respondió que Christian no se sabía mucho las jugadas, porque en ese tiempo era mariscal de campo”.
¿Qué hicieron entonces?
“Tomamos la decisión de cambiarlo de escuela y al segundo año lo querían reclutar todas las universidades más importantes del fútbol americano del país. Gracias a Dios, Christian no se dejó frustrar por ese entrenador y siguió adelante”.
¿Uno lo escucha a él y es un muchacho muy centrado pese a sus 20 años?
“Su disciplina y la influencia de algunos entrenadores han forjado su carácter. Está enfocado en lo que quiere. Se ha criado muy cerca de la iglesia, porque la mamá le inculca la religión y eso le ha ayudado también en su formación”.
¿Se esperaba que fueran los Patriots quienes lo eligieran, un equipo con tanta historia?
“Por la forma en que se desarrolla el draft los jugadores no tienen cómo saber qué equipo los elige. Fue un momento de mucha tensión, hasta cuando sonó el teléfono y cuando nos dimos cuenta que eran los Patrios fue una alegría enorme, es quizás de los mejores equipos y con el mejor entrenador. Todo pasa por una razón y ahí vimos la mano de Dios. Ya está preparándose para asumir la temporada”.
De ahora en adelante, en Colombia se va a empezar a ver más el fútbol americano...
“Ojalá, porque es un deporte bonito y si la gente lo aprende lo va a disfrutar. Es muy emocionante. Sería bueno que sigan a Christian y que sea un ejemplo para los jóvenes en Colombia. Estoy seguro de que a esos muchachos, si alguien les enseña el deporte, tienen condiciones para llegar a ese mismo lugar donde está Christian”.