El relato del teniente Camilo Andrés Castellanos es desgarrador, aunque en medio de su discurso, al compás de un café, sus palabras dan una sensación de alivio y energía positiva entre quienes lo escuchan.
No todo está perdido, más allá de las adversidades que se presentan en el camino, indica el deportista que, sin piernas, es campeón nacional de paratriatlón. Ya ha competido en varios países en paranatación, se enfoca en los Paralímpicos de París-2024 y en julio estará presente en la inspiradora Carrera Héroes de la Patria, la cual organiza la Corporación Matamoros.
“Por necesidades de la situación de nuestro país, me trasladaron en 2012 al departamento del Valle del Cauca, afectado por grupos al margen de la ley. Organizamos una operación para neutralizar una cuadrilla de las Farc que delinquía en esa zona. Luego de seis días, el 27 de febrero de ese año, logramos acercarnos donde se encontraba, y en la última fase del objetivo activé un campo minado. Literalmente mi pierna izquierda voló y otros dos compañeros quedaron heridos”.
En ese instante la operación cambió, pues la prioridad era salir de ese lugar para salvar sus vidas debido a que tenían el enemigo cerca.
No se rindió
Luego de encontrarse a salvo, Castellanos, en ese momento padre de un niño de cinco años –Juan Camilo–, pensó que ya nada tenía sentido, mucho más cuando le amputaron su otra pierna.
“En el hospital, donde las noches se vuelven eternas y todo es silencioso –relata–, llegan los cuestionamientos, y la pregunta repetida es, ¿por qué? Tiendes a echarte culpas, los días son largos, todo es complicado, y más porque vives en una sociedad que no es tan inclusiva, que aparta a la gente con limitaciones pues piensan que somos enfermos, entonces crees que todo está perdido”.
Pero en medio de la oscuridad en la que se encontraba, Castellanos encontró en las Fuerzas Militares y en la Corporación Matamoros las herramientas necesarias para salir adelante.
“Fueron manos amigas, luz de esperanza en medio de la incertidumbre. Es que después de ser productivo en algo, y verte así, crees que no sirves para nada. Pero ellos, con sus conocimientos, lograron contagiarme de entusiasmo, llenarme de valor para enfrentar la realidad, y más porque hay personas que dependen de mí”.
Camilo Andrés recuerda que fue padre joven, una responsabilidad que debía asumir y lo impulsó a mantenerse firme.
“Y como por arte de magia, el porqué de lo acontecido pasó al para qué. Fue mi hijo mi principal motivación para pararme de la cama y continuar. Mi esposa (Laura Viviana Parra) tampoco me dio la espalda. De hecho, después nació mi segunda hija (María Camila, 7 años). Entonces ser fuente de inspiración para ellos y para muchas otras personas, y por medio del deporte, es lo que me mueve”.
Así habla Camilo, quien entre el 2 y 10 de julio correrá en su silla de ruedas y acompañado de sus seres queridos, en la edición 14 de la Carrera por los Héroes.
Un evento abierto y con sentido social, que con los fondos recaudados brinda apoyo en programas de educación básica, media y superior, así como en rehabilitación a través del deporte para hombres y mujeres de las Fuerzas Militares con discapacidad adquirida.
“Nunca me imaginé cruzar una meta siendo aplaudido por cientos de personas. La felicidad en sus rostros es lo que me llena, no solo por la gratitud que muestran por el esfuerzo que como militares o policías se hace en una sociedad, sino porque ven que más allá de los obstáculos las limitaciones están en la mente”, indica Castellanos, que ha competido en Perú, Australia, Canadá (Parapanamericanos de Toronto-2016) y se enfoca en competir en los Paralímpicos de París-2023.
En la Carrera de los Héroes buscará seguir llenando de energía positiva a quienes lo observan y escuchan