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“Uno no alcanza a dimensionar la locura que está haciendo porque acostumbramos hacer cosas como estas”, aseguró Alejandra Correa, una de las seis atletas que componen el equipo BlackRiver, de Rionegro, Antioquia, quien participará en The Speed Project, una competencia de relevos de 500 kilómetros que se correrá entre Santa Mónica y Los Ángeles, en California.
Algo de locura deben tener los deportistas que estarán allí el próximo 24 de marzo porque deberán sortear, como puedan, los peligros del desierto del Parque Nacional del Valle de la Muerte, donde hay culebras venenosas, coyotes, entre otros animales, para poder llegar, en el menor tiempo posible, al lugar en el que está la meta.
La carrera no tiene reglas. No hay monitoreo de la organización. Los deportistas estarán abandonados a su suerte en un terreno que no conocen, sin muchas carreteras y en el que hay condiciones climáticas extremas: en el día el calor supera los 40°C y en la noche el frío puede llegar a los -5.
Solo contarán con una casa carro en la que, mientras uno de ellos corre los 83.3 kilómetros que en promedio deberá hacer cada integrante, los otros cinco podrán cocinar, dormir e idear estrategias para sortear las dificultades.
“El objetivo que tenemos es terminar entre los 10 primeros”, aseguró Manuel Agudelo, que es el entrenador del equipo y fue quien tuvo la idea de que participaran en la competencia, que es considerada como una de las más peligrosas del mundo.
Manuel armó el grupo. Uno a uno llamó a Alejandra Correa, Adriana Restrepo, Pablo Machado, Juan David Rojas y Sebastián Agudelo para que lo acompañaran en la aventura que esperan hacer en 39 horas.
Ellos, que son personas con carácter y les gusta asumir riesgos, aceptaron. Empezaron a entrenar desde hace algunos meses, no solo la parte física sino la mental y de convivencia. “Hicimos un recorrido de 12 horas consecutivas entre Santa Fe de Antioquia y Bolombolo, ida y vuelta”, comentó David Rojas, que tiene 44 años y es el más veterano del equipo.
Después de eso consiguieron patrocinadores para cubrir los 75 millones de pesos que vale participar. Las cuatro personas que los acompañarán en el staff pidieron los permisos en los trabajos, pagaron el seguro de vida y firmaron el contrato que libra de cualquier responsabilidad de lo que les pase en el recorrido a la organización del evento.
Con la plena consciencia de que la prueba puede ser un viaje sin retorno, dejando a sus familias “pegadas del techo” y sabiendo que cuando crucen la meta no recibirán más que una medalla y nada de plata, los seis antioqueños viajarán el próximo domingo para afrontar la locura de participar en The Speed Project.
Estudiante de periodismo de la Universidad de Antioquia. Interesado en el periodismo narrativo y los deportes.