Una serie de programas realizados en los años setenta en México, cada vez que vuelven a ser emitidos, en América Latina y otras latitudes del mundo, vuelve a registrar altos índices de teleaudiencia, conectando a una gran cantidad de generaciones y cautivando nuevos televidentes.
En contexto: Sin querer queriendo, la serie que estrenarán sobre la vida de “Chespirito”, Roberto Gómez Bolaños
Es la magia que Roberto Gómez Bolaños logró con Chespirito, posteriormente con El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, convirtiéndose en una verdadera leyenda del humor y la televisión, teniendo también su lado más oscuro y polémico, con una historia que ahora ha sido llevada al género de la serie en Sin querer queriendo, una de las más célebres frases de El Chavo del 8, y que este jueves estrena la plataforma Max.
Esa misma frase la utilizó Roberto Gómez Bolaños para titular sus memorias, las cuales presentó en una de las ediciones de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, la cual colapsó ante la gran cantidad de seguidores que querían estar en su evento de lanzamiento y su firma de libros.
Eso sucedió en 2007, siendo su penúltima visita a Colombia. Un par de años después estaría de nuevo en el país con su gira de despedida de los escenarios con su obra de teatro, siempre acompañado del gran amor de su vida, Florinda Meza, que en muchas oportunidades terminaba respondiendo por él las preguntas de los periodistas.
No era para menos: se trataba de uno de los humoristas más importantes del siglo XX.
Hablar de Chespirito era también hablar de Florinda Meza, su esposa inseparable, la encargada en cada entrevista de decir las cosas que, por modestia, su esposo no se atrevía a decir. Pero a la vez, es quien le decía al oído las cosas y le repetía, en tono alto, por sus problemas auditivos, cada una de las preguntas que le formulaban.
“Estaré con Florinda hasta que la muerte nos separe o hasta que Shakira me haga caso”, decía entre risas Roberto Gómez Bolaños, quien continuaba: “Florinda me hizo un hombre fiel”.
La relación de estos dos personajes nació en el propio set de grabación. Fueron cinco años de persistencia de Gómez Bolaños, para que Florinda realmente creyera que sus palabras dulces eran sinceras.
“A todas nos decía que éramos su mujer ideal, pero cómo creerle. Además, era mi jefe y compañero de trabajo. Fue una situación difícil, pero al final todo terminó como una verdadera historia de amor”, comentó Florinda Meza.
Pero aclaraba: “No soy una roba maridos. Él venía teniendo problemas con su matrimonio anterior y era bien conocido por sus infidelidades. Hemos sido felices durante 30 años, con los problemas de toda pareja, pero muy felices”.
Chespirito tuvo seis hijos de su anterior matrimonio, era abuelo de doce nietos, y antes de conocer a Florinda Meza decidió que seis era un buen número de hijos. Por meterse en la onda de la vasectomía no pudo cumplirle a Florinda el sueño de ser madre.
“Ese espíritu está en ella. Lo demuestra con sus sobrinos, con mis hijos y ahora con mis nietos. Es una deuda que no podré pagarle a mi esposa”, comentó con cierta tristeza Roberto Gómez Bolaños.
Sus creaciones
Optimismo, sinceridad y valores universales son el contenido esencial de cada uno de los personajes de Chespirito. Cada uno con un perfil especial, por eso es difícil que él escoja uno solo como su favorito.
“El Chapulín Colorado abrió las puertas del mundo a nuestro humor; El Chavo, el cariño de la gente; pero como actor siempre me he inclinado por el Chómpiras porque en la época que lo hice éramos de la misma edad, un ser individualmente feliz y nunca le contradecía a nadie”, decía Chespirito.
Del Chapulín Colorado admitía que fue un personaje que nació, en parte, de su disgusto por superhéroes como Superman y Batman. Quería crear un ser muy latino y así universalizó al hombre que lleva por escudo un corazón.
“El Chapulín Colorado es el más planeado de todos mis personajes. Nació de leer El Quijote y cómo Cervantes se fue en contra de las novelas de caballería. Pues yo me fui contra los superhéroes que no soportaba. Lo quería muy latino para defender lo nuevo, y así empezó a nacer un ser débil, con cierta incapacidad mental y con mucho miedo, pero con todo eso era capaz de hacerlo todo por los demás. Ese es el verdadero héroe”, recordó en su momento Gómez Bolaños.
Y Florinda complementaba: “Todos llevamos un Chapulín Colorado dentro de sí. Es un personaje muy humano que enseña que cualquiera de nosotros puede ser héroe si nos lo proponemos”.
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Del tema de sus compañeros de trabajo, el elenco que conformó y mantuvo durante varias décadas juntos, poco habla, y le gusta solo decir que “mis personajes son mis hijos, y por mis hijos hago cualquier cosa”.
Además, agregaba: “Nunca tuve problemas con el elenco durante el trabajo en la serie. Admito que ellos entre sí los tuvieron y luego con Televisa, pues siempre querían ganar más. Pero en esas cosas nunca me metí, yo me dedicaba al programa, no a pagar la nómina”.
Los problemas empezaron a presentarse cuando los actores empezaron a utilizar los personajes para otros programas e incluso para montar espectáculos circenses, como el Circo de la Chilindrina o El Circo de Kiko.
“Nunca les cobré medio centavo por ello, pero repito, mis hijos son mis hijos y no me gusta que los maltraten. Hemos tenido problemas, incluso han llegado a demandarme, pero fueron demandas sin fundamentos que prefiero dejar en el olvido”, dijo Chespirito.
Y agregó Florinda: “Éramos actores principiantes y en muchos casos otras personas jamás habían actuado. Roberto nos formó, permitía que se lucieran ante la pantalla y luego les permitió usar los personajes sin pagar regalías, pero todo tiene un límite”.
Recordaba que Roberto Gómez era estricto en el uso del libreto y se llegaba a ensayar diez horas continuas para una escena de dos minutos.
Perfil del humorista
Escritor, publicista, dibujante, compositor, actor, director y productor, Chespirito es una forma castellanizada del vocablo inglés Shakespeare. Dicho apodo se lo impuso el director de cine Agustín P. Delgado, quien consideraba a Roberto Gómez Bolaños un “pequeño Shakespeare” (estatura física: 1,60 m).
Nació el 21 de febrero de 1929 en la Ciudad de México y murió en Cancún el 28 de noviembre de 2014. Estudió ingeniería, pero nunca ejerció. Trabajó como electricista y mecánico antes de dedicarse a la publicidad a los 22 años.
Luego, en los años cincuenta, pasó a ser guionista, tanto para radio como para televisión.
Entre 1960 y 1965 dos programas se disputaban los primeros lugares en rating, y ambos los escribía Chespirito. Eran Estudio de Pedro Vargas y el ya mencionado Cómicos y Canciones.
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Fue en 1968 que debutó como actor en Los Supergenios de la Mesa Cuadrada y El Ciudadano Gómez, y en 1970 apareció el show llamado Chespirito.
En su orden, fueron apareciendo El Chapulín Colorado, un año más tarde El Chavo del Ocho, que lograron la internacionalización en tan solo tres años. Durante 25 años se realizó y transmitió ininterrumpidamente.
Dentro de las curiosidades, se puede decir que Homero Simpson, de la serie animada Los Simpsons, tiene como héroe al Chapulín Colorado. Inclusive, los personajes de Chespirito llegaron al cine en 1978 con la cinta El chanfle.
