Con ese color y alegría caribeña, los cubanos están de gira por varias ciudades de Colombia presentando su más reciente disco, Gourmet, quinto trabajo de estudio cocinado a fuego lento (10 años, desde su última producción musical –tocaban solamente y además estuvieron separados 7 años–), y la ofrecen al público como un plato “para chuparse los dedos”.
Riverí Riverí Medina (“Ruzo”), Yotuel Romero (“Guerrero”) y Roldán González Rivero, fundadores, están contentos de llegar al país: la comida, la gente y la música es lo que más les gusta.
Han vendido en estos casi 20 años más de 750.000 copias en Europa. Ganaron dos Grammys y tienen tal lugar que en este momento no se puede hablar de hip hop cubano sin nombrarlos.
La agrupación pegó fuerte desde su primer disco, A lo cubano (1999), un antecesor a lo que hoy es llamado como música urbana. Orishas quiere ahora recuperar su sitio, sin perder su esencia: “La música urbana está pasando por el mejor momento de popularidad, pero el peor de calidad”, aclara Yotuel, vocalista de la banda.
Son un referente de este género, al que le critican sus letras, aunque sin radicalismos. Creen que así como hay salsa y vallenato malo, igual hay reguetón malo; no ven en el ritmo un problema: “El asunto es lo que escribes”, comenta Yotuel, mientras mira a Ruzo y a Roldán, que aprueban. “Tenemos la obligación de luchar por la calidad: Residente y Calle 13, Orishas, o los grupos que intentan demostrar que esto funciona”, dice.
Feeling
Dice Yotuel que si pudieran escoger un lugar para escuchar el disco (Gourmet) “sería en la Habana, lo bailaría en Cali, me lo comería en Madrid, lo compartiría en Miami y lo sentiría en París”.
Desde que se reunieron por primera vez en la capital francesa, como parte de un intercambio escolar, se unieron a Roldán y a Flaco-Pro, gente con quién sonar y armar la banda. El trabajo tiene 9 colaboraciones de 14 canciones. Para montar temas con otros artistas ponen por encima el feeling al interés financiero: “Somos libres de espíritu para decidir. Franco de Vita no creo que tenga un interés financiero con Orishas”, comenta Ruzzo, pero aclara que eso no implica que no vean en las uniones una oportunidad de negocio en la banda.
Sienten una diferencia, sin embargo, con artistas que han perdido su esencia pensando más en el dinero: “Ni doblegarse o relajarse. Queremos vender porque esto es un trabajo, pero de ahí a prostituirnos, jamás”, explica Ruzzo.
Gourmet tiene, además, una colaboración con el guajiro Silvestre Dangond, con la canción Donde nací, que rescata las raíces y el lugar al que se pertenece; les recuerda el campo y la esencia. “Dangond suena a Colombia pura”, termina Yotuel.