La conversión religiosa del reguetonero Farruko, que en medio de un concierto en Miami se negó a cantar “Pepas” –considerada la Canción del Año 2021 según la revista Time– y por el contrario predicó y pidió perdón a Dios por las letras de sus canciones, sorprendió a sus seguidores y a la escena de la música urbana.
“No sabía el mensaje que estaba diciendo en mis canciones (...) yo no me siento orgulloso de eso, sabrá Dios a cuántos de sus hijos les hice daño. Hoy me paro como un varón para decirle que me perdone como ser humano porque el amor empieza por el perdón”, afirmó el cantante puertorriqueño en el escenario de FTX Arena de Miami (Florida, EE. UU.).
Aunque el viraje que aparentemente dio la vida del artista al acercarse a Dios, luego de “tocar fondo y besar el piso”, dejó a más de uno asombrado y hasta incrédulo, no es el primer caso de un artista del género urbano decide acercarse a la religión y dejar de crear música con contenido sexual, machista y que promueve el consumo de alcohol y drogas.
Reguetoneros como Don Omar, Daddy Yankee, Héctor “El father”, Vico C y hasta “El General” anunciaron, en su momento, su conversión al cristianismo. Algunos trataron de equilibrar la religión con la vida artística mientras que otros prefirieron dejar de un lado la fama por la fe.
Omar Landrón o Don Omar, uno de los máximos exponentes del género anunció hace más de una década su acercamiento a la fe. De hecho, cuando estuvo casado con la presentadora Jackie Guerrido confesó que gracias a ella afianzó su creencia en el cristianismo.
En canciones que lo catapultaron y lo llevaron a la cúspide de su carrera menciona su amor a Dios y comparte, en pequeñas frases, su experiencia tras acercarse a la religión.
Ramón Ayala, conocido como Daddy Yankee, es otro de los íconos del reguetón que profesan el cristianismo. En muchas entrevistas contó que su acercamiento a la religión surgió a los 17 años luego de recibir un impacto de bala en su pierna derecha que lo dejó cojo de por vida.
Además, Melvin Ayala, uno de sus hermanos, es pastor cristiano. “No es que quiera seguir a mi hermano, pero sí quiero seguir al Señor, que es lo importante. A mi hermano lo respeto y lo amo, pero cuando uno va a la iglesia uno tiene que seguir al Señor”, comentó en una entrevista en 2012.
Otro de los pioneros del reguetón, Héctor Luis Delgado Román, conocido artísticamente como Héctor “El Father”, se unió en 2009, a la iglesia cristiana Pentecostal Misionera en Puerto Rico.
Tras este cambio, quien hiciera dueto con Tito el Bambino cantando éxitos como “Baila Morena”, lanzó un disco cristiano llamado “El juicio final”.
Años después, se alejó del reguetón y, en varias ocasiones, ha expresado su rechazo al género que le dio fama. “No puedo juzgar a los que hacen reggaetón. Yo lo hice. Pero Dios ha tenido misericordia conmigo”, dijo.
Luis Armando Lozada o Vico C también es un artista urbano que, desde antes de llegar a la cúspide de su carrera, profesó su cercanía a la religión.
“Hace más de 20 años asistí a una iglesia cristiana por invitación de un amigo, y a partir de ese día las letras de mis nuevas canciones tienen un mensaje de fe. Siempre he sido un hombre de fe y aún en los momentos más difíciles siempre volví al camino de Dios”, ha comentado el artista.
Su acercamiento con Dios lo inspiró a escribir “La recta final”, un rap cristiano.
Décadas atrás, quien fuera uno de los primeros precursores de la música urbana en los años 90, el panameño Edgardo Armando Franco, mundialmente conocido como “El General”, dio un giro a su vida al convertirse en evangélico
En 2004, el intérprete de canciones como “Rica y apretadita”, “Muévelo, muévelo” y “Te ves buena”, anunció su retiro de la industria musical luego de un incidente con el Gobierno de Panamá tras la cancelación de su pasaporte diplomático. Tras esto, se convirtió en Testigo de Jehová.