La Fiesta del Libro empezó este viernes con una programación que propone, por diez días, unas 3.000 actividades. En su edición 16 regresó, además, a los espacios que ya había ganado como Carabobo, el Parque Explora, el Parque de los Deseos, la Casa de la Música, Mova y la Universidad de Antioquia. Además de su tema, Tiempo de imaginar, el país invitado es Portugal, que coincide justamente con una fecha importante para la literatura lusa y que se celebrará en la Fiesta: los 100 años del natalicio del premio Nobel de Literatura José Saramago, que se cumplen el próximo 16 de noviembre.
El pabellón Portugal estará en Carabobo Norte, con muestra comercial y una exposición retrospectiva de Saramago, Volver a los pasos dados. Incluso habrá presentaciones artísticas para conocer más de esta cultura. Mejor dicho, un viaje a este país, sin salir de la zona norte de Medellín.
Un camino a Portugal
El castellano ha establecido un puente entre los países que lo comparten, tan fuerte que libra incluso las distancias geográficas: los lectores colombianos son mucho más cercanos a las letras mexicanas o argentinas, que a las brasileñas, a pesar de que este último es país vecino. Son pocas las editoriales locales que se han interesado en publicar las traducciones de los autores de habla portuguesa. Claramente se venden en el país más traducciones del inglés, de nuevo, a pesar de ser mucho más lejano en idiosincracia y geografía.
Los lusófonos son conscientes de este fenómeno y de cómo mucha de su producción literaria y académica se queda entre las fronteras que les ha establecido la lengua común, por lo que han hecho esfuerzos en cruzarlas, teniendo a favor un Nobel de Literatura, José Saramago, que es una presencia constante en su país, pero no por ello los creadores contemporáneos le tienen animadversión, sino que de hecho se sienten impulsados por su obra y la revisión de la misma. Así lo siente Jerónimo Pizarro, traductor y académico que se ha dedicado a esta cultura y es gestor de varias publicaciones y eventos que se hacen de la literatura portuguesa en el país.
Pizarro atribuye esta relación cercana a la gestión de la Fundación José Saramago, que tiene iniciativas como el premio literario homónimo, uno de los más importantes de Portugal. Este año se celebran los cien años de su natalicio y parte de la conversación de la Fiesta del Libro girará en torno a cómo los escritores portugueses contemporáneos reciben su influencia. Estos son algunos para descubrir: