Los seguidores de las novelas del escritor británico Ian Fleming querían verle la cara al espía de sus libros en la pantalla grande. Pasaron 6 minutos de la primera película, Dr. No, para que apareciera Sean Connery y, encendiendo un cigarrillo, respondiera a la pregunta de quién era con la famosa frase: “Bond, James Bond”.
El magíster en dramaturgia y dirección de la Universidad de Antioquia, Fernando Mora Meléndez, actual profesor de Escrituras Creativas y de Literatura en Eafit, explica que cuando un guionista escribe un personaje, es un ser de papel. “Es la creación de escritor, también la de un director, un actor y de muchas otras personas que intervienen, pero definitivamente el actor es aquel que termina definiendo el alma de ese ser que antes era no más que un nombre en un papel”.
Por eso, Milton Cruz, diseñador gráfico y estudioso de la saga de Ian Fleming, considera que hablar de Connery sin hablar de James Bond es imposible, “es el primer actor, el que le da toda la personalidad que Fleeming había impregnado al espía en los libros y la traslada a la pantalla”.
Una carrera casual
Antes que actor, Connery tuvo varios trabajos en su juventud: fue repartidor de leche, conductor de camión, socorrista, modelo artístico en el colegio de arte de la universidad de Edimburgo y luego decidió probar suerte como deportista profesional hasta que llegó la oportunidad de actuar.
Samuel Castro, crítico de cine, cuenta que la carrera de Sean Connery es de esas que solo se podían hacer en su época (desde 1954), “porque es un escocés de origen humilde, que fue fisicoculturista, que se ganó sus primeros papeles de pura pinta y que escogió ser actor en lugar de ser futbolista porque sabía que la carrera de estos se acababa a los 30 años”.
Antes de ser Bond acumuló experiencia en la pantalla, empezó en papeles pequeños en series de televisión y luego en el cine. “El rol más famoso de su carrera llegó luego de protagonizar la cinta de Disney, Darby O’Gill y la gente pequeña, en la cual hasta cantaba, porque tenía una excelente voz. De ahí salió directo a ser el primer James Bond”, cuenta Cruz, quien ubica a Connery en la categoría de arquetipo de hombre de masas: “Muchos aspiran a ser como él, las mujeres lo aman y eso es innegable a lo largo de toda su carrera, inclusive en su madurez, Connery seguía siendo este personaje adorado por ambos sexos”.
Este escocés raizal –señala Castro– que siempre ha querido la independencia de Escocia, hizo siete películas de las cintas del espía 007, pero hay que recordar que fue dirigido por Alfred Hitchcock en Marnie (1964). Mora rememora su actuación en El hombre que quería ser rey (1975) y destaca su capacidad para estar frente a la cámara. “Él tiene una expresión pícara, una mirada maliciosa que los directores supieron aprovechar”. Y Cruz habla de uno de esos directores, Steven Spielberg, “quien no veía a nadie más para el papel de Henry Jones (el papá de Indiana Jones) que al propio James Bond y por eso llamó a Sean Connery así solo hubiera entre ellos 12 años de diferencia”.
En 2005 dijo adiós a las pantallas, tenía 75 años, igual hizo voces para animados hasta 2012. Hoy vive retirado de la vida pública en Lyford Cay, Bahamas, y la última fotografía suya fue publicada en Instagram por Fiona Ufton, la pareja de su hijo Jason Connery el año pasado, celebrando su cumpleaños 89.
Números, películas (escogidas por los expertos consultados) y momentos para recordar a toda una leyenda del cine.
Desde Rusia con amor - 1963
Su segunda película del espía 007, James Bond.
007 contra Goldfinger - 1964 Es la tercera película de James Bond y la tercera con Connery como el espía.
El hombre que quería ser rey - 1975 Es según Fernando Mora, docente de Eafit, un papel inolvidable el de Connery en esta cinta en la que comparte protagónico con Michael Caine.
Nunca digas nunca jamás - 1983
Connery estuvo alejado del papel de James Bond desde 1971 cuando completó su sexta película con Eon Producciones. En 1983 Warner Bros. hizo su cinta del espía y llamó a Connery para el papel que venía haciendo para Eon, Roger Moore.
El nombre de la rosa - 1986
Lejos de la saga de James Bond, esta cinta, adaptación de la novela de Umberto Eco, es para Fernando Mora una de las destacadas del actor escocés.
Los intocables - 1987 Su papel de Jim Malone le valió un Globo de Oro como Mejor Actor de Reparto y el único Oscar de su carrera en la misma categoría.
Indiana Jones y la última cruzada - 1989
Solo se lleva 12 años de diferencia con Harrison Ford y aún así fue elegido por Steven Spielberg para ser su padre en esta cinta de Indiana Jones
La caza de octubre rojo - 1990
Esta es para Milton Cruz la mejor interpretación de un capitán de submarino ruso “con el mejor acento escocés”.
Buscando a Forrester - 2000 De sus últimas películas antes del retiro.