La directora y guionista argentina Lucrecia Martel, que esta semana está de visita en Medellín, dice que le parece rara la “curiosa legitimidad instantánea” que han tenido las series de televisión en los último años y el “nivel de comodidad” que generan.
Luego de diez años de no dirigir películas presenta su última producción, Zama, que se estrenará en Medellín este viernes 9 de marzo a las 6:30 p.m. en el Teatro Mamm, con la presencia de la directora.
Lucrecia ha dirigido cuatro largometrajes y cinco cortometrajes. Entre 2001 y 2008 realizó sus primeras tres películas (La ciénaga, La niña santa y La mujer sin cabeza) por las cuales ha sido reconocida como una de las realizadoras más potentes del cine latinoamericano.
Zama (2017), su más reciente producción, es una adaptación de la novela homónima de Antonio Di Benedetto en la que Diego de Zama, un funcionario de la corona española en Paraguay del siglo XVIII, espera su traslado a un destino mejor.
Martel anota que es muy difícil que haya películas con miradas nuevas. “Es difícil encontrar películas sobre el pasado que no sean aquellas que reafirman la historia oficial”.
Para Maximiliano Cruz, programador de cine del MAMM, esta película “es una reflexión sobre la locura, el colonialismo, los mitos masculinos de poder, donde el alterado mundo interior del protagonista se correlaciona con la incoherencia de la historia escrita por el hombre blanco”.
Sobre las series
A principios de este año en declaraciones para El País de España la realizadora argentina afirmó que para ella las series de televisión eran un retroceso puesto que a nivel narrativo cada vez se arriesgan menos y conceden mucho más al espectador.
“Es muy raro que cuando en todos los países se está luchando contra el insurgimiento de ideas conservadoras, este consumo de series sea tan brutal”, cuenta Martel.
Para la directora “algo pasa con el tiempo de ocio” y hay una necesidad que evidentemente esas series logran satisfacer: “Para mí la serie es la garantía de que no vas a pensar en nada”.
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