Nueve personas en el quirófano: dos cirujanos, el anestesiólogo, la instrumentadora y el personal de apoyo. Más el paciente, claro. La tarea es retirar del hígado las lesiones y tumores. Tres cortes mínimos, de milímetros apenas, lo suficiente para insertar los trocares que darán vía a las cámaras, grasper y tijeras para operar, porque estamos hablando de una laparoscopia, de una cirugía hepática mínimamente invasiva.
¿En dónde? En la Clínica CES. “Casi todo lo que antes necesitaba cirugía abiertas en el paciente, ahora se puede hacer por laparoscopia. Y cada vez tenemos mayor habilidad para hacer algunas operaciones”, afirma el cirujano Diego Dávila Martínez.
Con más de un centenar de cirugías hepáticas por laparoscopia, el equipo de cirujanos de la Clínica CES ha alcanzado una curva de aprendizaje que lo pone a la altura de los mejores hospitales del mundo en esta práctica.
“Los volúmenes de cirugía hepática laparoscópica de nosotros son de cerca del 70 por ciento de los procedimientos”, agrega Dávila. Y los complementa su colega, el cirujano Óscar Palacios Rodríguez: “Lo que hemos visto es que el abordaje por laparoscopia que hacemos aquí no está muy distante de lo que hacen en otras partes del mundo. Hacia allá tiende la cirugía hepatobiliar y en el grupo CES lo estamos haciendo bien”.
¿Por qué mínimamente invasiva?
La respuesta bien podría ser: ¿Y por qué no? “Desde que se le pueda ofrecer a un paciente mínimamente invasivo, que se haga”, afirma Dávila.
Este es un paso más allá de la cirugía hepatobiliar que permite que el paciente se recupere más rápido, que haya menos incapacidad funcional posoperatoria, un proceso inflamatorio secundario, menor impacto en los órganos internos. “Si la cirugía es menos invasiva, el paciente se enfrenta a una cascada inflamatoria mucho menor”, explica el cirujano.
“Hay nuevas técnicas que nos permiten operar pacientes que antes, no eran operables. En Colombia, pocos centros ofrecían esta posibilidad. La cirugía hepática del primer mundo no se hacía en Colombia y empezamos a hacerla. La Clínica nos apoyó con la tecnología, con el tiempo y los buenos resultados fueron apareciendo”, agrega Palacios Rodríguez.
El grupo de cirugía hepática mínimamente invasiva de la Clínica CES se preparó para ello. “Es un proceso largo, que necesita capacitación y estudio. Nuestra curiosidad como médicos cirujanos nos llevó a ver cómo se está operando en el mundo. Tratamos de ir a ver qué se está haciendo en otros hospitales, qué hay de nuevo para traer inquietudes y mirar si podemos aplicar aquí esas innovaciones en nuestro sistema de salud”, cuenta Dávila. Ahora, esta institución de salud cuenta con el centro de laparoscopia en hígado que mayor volumen tiene en Colombia.