Ante el escándalo que ha generado el artículo de los periodistas Gonzalo Guillén y Julián Martínez, sobre el arresto del hermano de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez en 1997, en Estados Unidos, por supuesto tráfico de heroína, la alta funcionaria salió al paso y trinó este jueves: “Seguiré sirviendo al país con todas mis fuerzas y dedicación hasta el último de mis días”.
Y junto al mensaje difundió un comunicado. “Mi familia, como desafortunadamente tantas otras en Colombia, sin distingo de clase social, vivió hace 23 años -en 1997- una tragedia, derivada de que uno de mis hermanos, siendo muy joven, se involucró en un negocio fácil y, en consecuencia, fue acusado y condenado de conspiración por tráfico de estupefacientes. Su error ha costado muchos años de sufrimiento a nuestra familia y a él. Vivimos con mucho dolor su circunstancia, pero también lo acompañamos con el amor de hermanos, como lo hicieron mis padres, porque los lazos de la familia no desaparecen frente a la adversidad y la vergüenza”, relató la vicepresidenta.
Según los periodistas, el hermano de la vicepresidenta, en 1997, fue arrestado y condenado en Estados Unidos a cuatro años y nueve meses de prisión por tráfico de heroína, cuando la vicepresidenta y su esposo, según ellos, le pagaron la fianza de 150.000 dólares.
Al respecto, Ramírez aseguró que ha luchado “con ahínco contra el narcotráfico”, y aclaró que ayudaron a su hermano “firmando una garantía, no una fianza, para asegurar que se presentaría a la justicia, como en efecto lo hizo, acompañado de mi esposo y de mí, quienes lo llevamos a una corte de la Florida (Estados Unidos) para que reconociera su falta y respondiera por ella”.
Precisó que su hermano pagó una pena de cárcel de cuatro años y medio, y hace 18 años quedó libre por cumplimiento de la pena. “Desde entonces, ha estado dedicado a trabajar honestamente, hoy es un hombre de bien y junto a su familia, lleva una vida decente y honrada”.
Afirmó que esa experiencia la llevó a luchar para que los jóvenes tengan oportunidades y “trabajen honestamente por salir adelante”. Y agregó: “De estos hechos he dado cabal información a las personas que, en los diferentes momentos de mi vida laboral, consideré que debían conocerlos. Son hechos obviamente ajenos a mí”.
“Lamento que mis enemigos políticos decidan acudir a la bajeza de estos ataques contra una mujer como yo, que lo único que ha hecho es trabajar honestamente y sin descanso por Colombia. Los ataques contra mi familia hacen parte de una estrategia sistemática para desacreditarme”, concluyó en su carta.