La tensa conciliación de los dos textos de la reforma tributaria que fueron aprobados en el Senado y la Cámara de Representantes ya tumbó dos artículos que habían sido avalados por parte de los congresistas, pero que no tenían el respaldo del Gobierno.
En ese proceso de negociación de los emisarios del Congreso ante el Ministerio de Hacienda se cayó el impuesto a las iglesias –fomentado por la representante Katherine Miranda– y también quedó en el aire la tarifa diferencial para las Mypymes –autoría de la representante Jennifer Pedraza– que buscaba menguar el golpe de la tributaria en los emprendedores.
Si bien los dos puntos habían sido aprobados en la Cámara de Representantes, estos eran de iniciativa legislativa y no estaban entre las prioridades que delineó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, al presentar el proyecto bandera del presidente Gustavo Petro.
Con esto, por ahora el Gobierno cierra la puerta a gravar las actividades económicas de las iglesias y de los lugares de culto, punto que había quedado en el artículo 15 del texto aprobado por la Cámara, pero que no había sido respaldado por el Senado.