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Así fue la primera semana del presidente Gustavo Petro

Todos los días hizo anuncios, dio noticias y desplegó nuevos símbolos. Hizo un fuerte llamado a la Fuerza Pública para que evite masacres.

  • En su primera semana en el poder, el presidente Gustavo Petro dialogó con comunidades indígenas, alcaldes, empresarios, magistrados de las altas cortes y cuerpos diplomáticos. FOTO CORTESÍA
    En su primera semana en el poder, el presidente Gustavo Petro dialogó con comunidades indígenas, alcaldes, empresarios, magistrados de las altas cortes y cuerpos diplomáticos. FOTO CORTESÍA
14 de agosto de 2022
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El presidente Gustavo Petro ha dado noticias con carga de profundidad cada día de su primera semana en el poder. La de este sábado fue una advertencia que les hizo, vía Twitter, a los mandos de la Fuerza Pública: palabras más palabras menos les dijo que tienen que evitar que en su jurisdicción se cometan masacres o se asesinen líderes sociales.

“Desde ahora todo mando militar o policial en su jurisdicción debe velar por neutralizar al máximo la comisión de masacres y muertes de líderes sociales”, escribió Petro. Y advirtió que si se producen “afectará la hoja de vida de los mandos”.

Llama la atención ese “desde ahora” que utiliza el jefe de Estado pues da a entender como que antes la Fuerza Pública no tuviera esa función. De paso, pone un manto de duda en general sobre los uniformados.

Sus palabras le dan cierre a una agitada semana de reuniones y anuncios de cambio en materia económica, diplomática y de defensa

Petro dio la directriz de armar en estos 7 días un cronograma que refleje las prioridades que tendrá el gobierno que él quiere pintar de transformador y, a su vez, conciliador.

El cambio empezó por su vestimenta ya que dejó a un lado la corbata y apareció informal. Además, dialogó con comunidades indígenas, alcaldes, empresarios, magistrados de las altas cortes, y cuerpos diplomáticos, y le metió acelerador al restablecimiento de los diálogos de Paz con el ELN y las relaciones con Venezuela.

Hubo cambios por doquier

La tarea más urgente que se propuso el gobierno Petro fue la de hacer reformas. Bajo esa premisa, Petro anunció que le restará poder al Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) eliminando al menos 7 consejerías de las 12 existentes porque, según él, la amplia burocracia del Palacio presidencial lo puede distanciar de la realidad del país.

Los cambios no se quedaron en lo administrativo, el presidente está tratando de “acercar” la ciudadanía a la Casa de Nariño, puso en exhibición la espada de Simón Bolívar y pidió que se abrieran las rejas que circundan la Casa de Nariño para permitir el ingreso de los ciudadanos a la Plaza de Núñez. “El espacio público siempre es un espacio democrático y aumenta la calidad de vida”, dijo Petro.

No quiso terminar la semana sin dar un fuerte remezón en la Fuerza Pública. El mandatario cambió toda la cúpula militar y fue más allá, dejó fuera a cerca de 52 generales, algo que nunca había ocurrido en la historia de Colombia. Petro aclaró que esta medida no obedeció a un capricho político. “Aquí no miramos pensamientos políticos. Nos interesa que esta fuerza pública sea profesional”, apuntó.

Esa explicación también fue una muestra de cambio. Mostró un Petro que suavizó el discurso radical que lo caracterizó siendo opositor –y que lo subió a la Presidencia–, y dejó en evidencia que el mandatario tendrá posturas mesuradas en su discursos ¿Y por qué le bajó al tono?

Tanto él como su equipo de asesores tienen claro que deben hilar delgado y guardar mesura en cada mensaje para no dar la gabela al ruido de un gobierno autoritarista que ha rodeado la llegada del primer presidente de izquierda en Colombia.

Prioridades de su agenda

En sus primeras horas como gobernante, Petro destapó sus cartas en materia diplomática. El 8 de agosto tuvo un encuentro bilateral con el presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, con quien acordó “revitalizar la comunidad andina”. Además, dialogó con cuerpos diplomáticos de México, Cuba y Estados Unidos, países que Petro espera que sean aliados estratégicos.

Al día siguiente, retomó la narrativa de las luchas populares –que adoptó para hacer campaña– y celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Ese fue un acto rodeado de simbolismos que Petro aprovechó para tratar de mostrarse de nuevo cercano al pueblo. En el acto recibió un bastón de mando hecho por un guardia indígena de la Amazonía y le pidió a esta comunidad que además de “resistir” piense en “gobernar”.

Petro también les extendió la mano a los alcaldes y gobernadores, aliados claves para su gobierno. Entre el lunes y miércoles el presidente se sentó con la Federación Colombiana de Municipios –que había plantado días atrás–, con la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales.

Ya el jueves el presidente mantuvo la línea de actos simbólicos y escogió como destino Quibdó, capital del Chocó, para dirigir su primer consejo de seguridad. Acompañado por la cúpula militar que cambió un día después, el mandatario llevó un mensaje de paz a ese territorio ampliamente afectado por la violencia. Pidió que la lucha contra el narcotráfico se enfoque en interceptar los cargamentos en el mar o en el aire.

Además, aprovechó esta visita a Quibdó para hacer una especie de puesta en escena al ir hasta la casa de Genoveva Palacios, una mujer que lo acogió una noche en su hogar durante la campaña presidencial.

Además de esta simbólica agenda, Petro tuvo que hacer frente al debate que desató la reforma tributaria que busca recaudar $50 billones anuales y que incluye impuestos a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. En defensa de la iniciativa, Petro aseguró que esta cumple con lo que prometió, “grava a los que más tienen y gasta en la educación para todos y en acabar el hambre en la niñez pobre”.

Esta discusión también la tuvo al asistir a un diálogo con empresarios en el Congreso Empresarial Colombiano de la Andi. Allí, Petro insistió en su discurso conciliador y señaló que la producción necesita el empuje de todos los empresarios y del Estado, que debe crear una política de industrialización. “Debemos montar un centro planificador, hacer mesas, plantear un diálogo social. Este país no se llamará socialista porque tiene Estado y mercado”, apuntó.

Para tratar de calmar los aires de autoritarismo, Petro se sentó este viernes con los presidentes del Consejo de Estado, Carlos Moreno; la Corte Suprema de Justicia, Aroldo Quiroz Monsalvo; la Corte Constitucional, Cristina Pardo; el Consejo Superior de la Judicatura, Jorge Trujillo; y la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, Diana Vélez; y aseguró en el encuentro que su gobierno respetará la independencia de poderes y el Estado social de derecho.

Movimientos en su equipo

Esta semana también estuvo marcada por las decisiones que tomó Petro en términos de nombramientos. Uno de los más estratégicos fue el de Armando Benedetti, quien tras ser su mano derecha en la campaña aterrizará en la embajada de Colombia en Venezuela con la misión de ser el enlace con el gobierno de Nicolás Maduro tras el restablecimiento de las relaciones bilaterales.

La de Benedetti es leída como una baja sensible para Petro, pues este exsenador se volvió tan cercano al mandatario que incluso le cedió su secretaria privada, Laura Sarabia, quien ahora cumple esa función en Presidencia. Lo que se sabe hasta ahora es que el estratega que seguirá al lado de Petro es Daniel Rojas, quien coordinó el proceso de empalme y todavía no ocupa un cargo público, mientras adelanta diálogos con sectores económicos y sociales para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo de Petro.

Frente al ruido que surgió sobre embajadores atornillados, este diario conoció por fuentes de Cancillería que esa situación fue resuelta por el presidente, quien tiene las cartas de renuncia –protocolarias– de todos los embajadores, por lo que es de su libre albedrío cada nombramiento.

Otros aliados de Petro nombrados embajadores fueron los excongresistas de la Alianza Verde León Fredy Muñoz y Camilo Romero, quienes serán diplomáticos en Nicaragua y Argentina, respectivamente.

En el caso de los ministros, el 8 de agosto Petro tuvo su primer consejo y estableció las reglas de estas reuniones. Definió que cada lunes en la tarde les pedirá avances sobre la gestión de cada cartera y que les “decomisarán” temporalmente los celulares.

El principal enredo que tuvo el presidente en materia de nombramientos fue con Mery Luz Gutiérrez, la designó ministra de las TIC pero no la posesionó.

Este diario conoció que evalúa echar para atrás su nombramiento debido al conflicto de interés que tiene porque una empresa de la que sería accionista mayoritaria demandó a la Nación.

La primera semana en el poder fue una vitrina para que Petro se mostrara cercano, reformista y conciliador. En los próximos días tendrá una serie de retos adicionales para concluir la conformación de su equipo, entrar de lleno a los diálogos de paz con ilegales y restablecer las relaciones con el régimen de Maduro.

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reuniones al mes tendrá Petro con sus ministros. Serán cada lunes y les pedirá resultados.
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