“No podemos seguir permitiendo que la verdad aparezca arrinconada por la mentira en el debate público”. Así lo enfatizó el general (r) Óscar Naranjo en el acto de posesión esta mañana como vicepresidente de la República, ante el presidente Juan Manuel Santos.
Naranjo, que estuvo acompañada de su familia, hizo un recuento de los esfuerzos de paz que hicieron los presidente en los últimos 30 años y resaltó que Santos, luego de ser exitoso como ministro de la Seguridad Democrática del ex presidente Álvaro Uribe, tuvo la voluntad de buscar la solución negociada del conflicto.
Agregó que el fin del conflicto con las Farc es el legado político más trascendental de la última mitad de siglo: “La paz ha dejado de ser una quimera y es hoy una realidad”.
El nuevo vicepresidente expresó que respalda al Gobierno porque cree en la integridad y honestidad en la vida de Santos y en el ejercicio público. También dio cifras que, según él, dan fe de los logros de la política de prosperidad social: 650 mil beneficiados con la ley de víctimas y restitución de tierras, diminución a la mitad de la pobreza extrema, agua potable para 6 millones de colombianos y el proceso de entrega de 130.000 casas gratis.
Naranjo precisó que este Gobierno ha llevado los índices de homicidios, secuestros y acciones terroristas a sus mínimos históricos en 40 años.
De igual manera, el nuevo ‘vice’, que hoy mismo se estrenará en Tumaco (Nariño), manifestó que para fortalecer la democracia y hacer más competente el estado era necesario el ejercicio de la oposición, pero pidió que la verdad sea el punto de debate. Es necesario “superar la polarización y evitar que el radicalismo rabioso destruya la institucionalidad”.
Al final pidió permiso a Santos para repetir las palabras que pronunció cuando recibió el Premio Nobel: “El sol de la paz brilla por fin en el cielo de Colombia”, y añadió que es obligación de los colombianos trabajar hasta el límite para que la paz sea irreversible.