Con el fin de determinar el impacto que tienen en el mar las aguas vertidas desde caños construidos artificialmente en la isla de Barú, el Ministerio de Ambiente informó ayer, a través de un comunicado, que está trabajando en conjunto con la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique, Cardique, para evaluar la situación ambiental de la isla.
“Según Cardique, durante la visita de control y vigilancia que realizó el 6 de diciembre a Playa Blanca, en Barú, se evidenció la construcción de un canal, que va desde una de las lagunas interiores hacia el mar”, explicó el ministro de Ambiente encargado, Carlos Alberto Botero.
Informó que, al parecer, este canal se hizo para evitar una posible inundación por la acumulación de agua en la laguna, producto de las intensas lluvias.
El personal técnico y científico de Cardique tomó muestras de agua en varios puntos, para verificar la calidad de agua que está entrando al mar. “El concepto técnico de estos análisis será entregado en los próximos días”, explicó Botero y anunció que hará seguimiento para enfrentar esta y otras problemáticas ambientales en la isla.