El próximo jueves 12 de diciembre, día en que se cumplen cinco años de la adopción del Acuerdo de París, Colombia anunciará actualización de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional –NDC–, es decir, sus nuevos compromisos en cuanto a mitigación (reducción de gases de efecto invernadero) y medidas de adaptación al cambio climático.
Estos compromisos configuran el aporte del país para el cumplimiento de los objetivos que persigue el Acuerdo, de reducir los efectos del cambio climático y evitar el incremento de la temperatura del planeta supere los 2ºC respecto a los niveles preindustriales.
Hace cinco años Colombia se comprometió a reducir sus emisiones de gases efecto invernadero en un 20% y alcanzar una meta del 30% de reducción para 2030 siempre y cuando recibiera apoyo internacional. En el borrador del NDC que publicó el Gobierno no se específica una meta oficial, pero dice que no podrá ser inferior al 25%.
El mismo viceministro de ordenamiento, Nicolás Galarza, reconoció ante la Comisión Quinta del Senado que la implementación del Registro Nacional de Reducción de Emisiones de Gases Efecto Invernadero –Renare– ha sido compleja, aunque ponderó que el país se prepara para ser referente de medición no solo de dióxido de carbono equivalente, sino de seis gases más, “y además incluirá una meta de carbono negro, principal responsable del deterioro de la calidad del aire y, por tanto, el principal factor de riesgo ambiental a la salud”.
El borrador del Gobierno de la nueva NDC incluye además siete nuevas categorías de emisiones, entre estas, las que se dan a partir de la conversión de bosques para producción agrícola. Esto es importante, porque a partir de la labor de monitoreo del Ideam se sabe que de los 237 millones de toneladas de CO2 equivalentes que emite el país cada año, el sector de la agricultura es el que aporta el mayor porcentaje de las emisiones (22%).