El futuro del exministro Andrés Felipe Arias está más que nunca en manos de la justicia de Estados Unidos. Mañana, la Corte de Apelaciones de ese país decidirá sobre el recurso que interpuso la defensa para evitar su inminente extradición.
La posibilidad de que el exministro fuera extraditado fue confirmada el 22 de febrero mediante una carta del Departamento de Estado de Estados Unidos en la que notificaba la decisión a su defensa.
Arias fue condenado, en 2014, por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, a 17 años de cárcel por el caso Agro Ingreso Seguro, sindicado por haber cometido los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación mientras era ministro del gobierno de Álvaro Uribe.
Ese año, la Corte lo dejó en libertad mientras se le dictaba sentencia. Sin embargo, Arias viajó a Estados Unidos buscando asilo. El exministro fue capturado en 2016 y desde entonces ha estado preso en distintas penitenciarías federales norteamericanas.
Expertos consultados por EL COLOMBIANO afirmaron que ante una inminente extradición, el panorama para la defensa de Andrés Felipe Arias es complejo, toda vez que la Corte Suprema ya rechazó la posibilidad de que sea juzgado en segunda instancia.
No obstante, el colectivo de abogados Víctor Mosquera Marín, que se encarga de la defensa de Arias en Colombia, presentó una acción de tutela, reclamando la segunda instancia como un derecho fundamental. El recurso actualmente se debate en la Corte.
Ahora bien, en caso de que Arias sea extraditado, el juez podría decidir restarle de la pena el período de tiempo que ha permanecido preso en el extranjero. Así por lo menos lo considera el exministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, quien indicó que se debe tener “en consideración que él en Colombia ya fue juzgado y condenado, y que la condena está en firme. Cuando se produzca su extradición, tiene que venir a pagar lo que quede pendiente de la pena”.
Pero una opinión contraria sostiene el penalista Francisco Bernate, para quien “bajo el entendido de que ya es un hecho (la extradición), el proceso pasa a la parte de ejecución de penas y ahí cuenta el tiempo que él ha pasado en prisión en Colombia, que son unos 650 días en que él estuvo detenido. Eso es lo que se descontaría de la condena de 17 años”.
Bernate indicó que “desafortunadamente, la legislación colombiana es una de las muy pocas en el mundo que no descuenta el tiempo que la persona ha estado en prisión en otro país, de manera que cuando llegue a Colombia, el tiempo que (Arias) estuvo privado de su libertad en Estados Unidos no se descuenta. Tendrá que purgar su sanción casi que completa