El 13 de julio de 1965 murió en Bogotá el expresidente de la República y dirigente conservador Laureano Gómez Castro, padre de los dirigentes políticos Álvaro y Enrique Gómez Hurtado.
Gómez Castro, ingeniero y político, fue presidente del país entre agosto de 1950 y noviembre de 1951, cuando debido a su estado de salud, cedió el poder a Roberto Urdaneta Arbeláez.
Para el columnista Alberto Velásquez Martínez, el político y excongresista tuvo dos momentos en su vida: cuando se destacó como gran orador en el Congreso de la República y en su mandato como Presidente, cargo al que llegó enfermo y tuvo que renunciar.
“En sus primeros años cuando existía la hegemonía liberal, fue un gran fiscal que hizo un gran control político en el Congreso. Era un orador de peso y el Laureano Gómez de ese entonces se destacó por 16 años ejerciendo un papel opositor muy importante. El otro es el Laureano que llegó a la Presidencia y que estaba enfermo, cediendo el poder a Roberto Urdaneta, quien fue manejado por una camarilla de gente que lo perjudicó. Por algo durante su Gobierno sucedió el único golpe militar que hubo en Colombia en el siglo XX con el general Gustavo Rojas Pinilla”, aseguró Velásquez.
A Laureano Gómez Colombia le debe varias realizaciones: el nacimiento de Ecopetrol y un ambicioso plan en infraestructura que involucraba el rescate del río Magdalena y unificar a toda Colombia por medio de carreteras y ferrocarriles .