“La salud como derecho, con acceso oportuno e integral, es urgente para dignificar la vida de los colombianos. La reforma al sistema de salud es inaplazable y, por más polémica y oposición, esa es una certeza ciudadana”, dijo Vélez tras denunciar la agresión verbal.
Tras sufrir la fractura de peroné que la obligó a ir a urgencias, la exjefe de la cartera de Minas del gobierno de Gustavo Petro detalló que acudió a su EPS y le ordenaron una resonancia, pero no pudo hacérsela porque, según ella, luego se la negaron.
“Me fracturé el peroné. La EPS me mandó una resonancia, que me negaron. Me deben quitar el yeso en una semana, pero no hay citas ni en octubre ni en noviembre. He pasado por llamadas y filas de reclamación, pero no hay forma de acceder al servicio”, contó Vélez.
Además, la exministra relató el mal momento que vivió en la sala de urgencias de la Clínica Palermo, a donde acudió para recibir atención médica desconociendo que una mujer la abordaría para insultarla y hacerle cuestionamientos.
“Estando en urgencias de la Palermo una señora, completamente fuera de sí, me agarró a insultos. Entre otras, gritaba que el Gobierno se roba la plata. Yo respiré con paciencia, pensando que su ira no es contra mí, sino contra la historia de gobiernos corruptos”, apuntó Vélez.
La polémica filósofa trató de hacerle el quite a los insultos de la ciudadana y planteó que los asumió como un reclamo a “desgobiernos”. Luego señaló que es una situación que se da en medio de la “violenta polarización” que hay en el país.
“No es fácil aguantar las agresiones de la gente. Pero entiendo que se originan en una historia de desgobierno y en la violenta polarización que se ha sembrado en el país. Lo cierto es que ambas compartimos el suplicio de una sala de espera atestada de gente con pésimo servicio”, agregó.
En ese contexto, la exministra reiteró su descontento con la atención en salud que recibió por parte de su EPS y lanzó una pulla a estas entidades cuyo futuro está en juego en la reforma de salud. “Definitivamente, las EPS no curan, las EPS facturan”, dijo la exministra.
Vélez dejó su cargo en julio pasado, después de que se conoció que le pidió a un funcionario de Migración Colombia que salir a su hijo menor de edad del país, aunque no cumplía con los requisitos exigidos por ley.
Además, a comienzos de ese mismo mes la salpicó otra polémica cuando se conoció que su esposo, Sjoerd van Grootheest, recibió un jugoso contrato por 128 millones de pesos con el Fondo Colombia en Paz y ella no declaró oportunamente el conflicto de interés.
