Guerras, pandemia y virus: ¿para qué la OMS pide más recursos?

El organismo cuenta con un presupuesto de 9.000 millones de dólares. Estos son los retos que afronta.

El desarrollo y la financiación de vacunas y medicinas, la creación de equipos médicos y la investigación científica son algunos de los frentes que la Organización Mundial de la Salud esperar impulsar. FOTO Getty

La Organización Mundial de la Salud, el principal organismo de salud del planeta, necesita más plata para cumplir sus objetivos. Y no son sencillos, entre estos se encuentra la atención de las emergencias sanitarias del mundo, que se resumen en –nada más y nada menos– los conflictos en Ucrania, Siria, Afganistán y Yemen; la pandemia del covid-19 y la viruela del mono. Una tarea que necesita recursos. Y muchos.

Por eso, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alzó la voz para pedirles a los 194 Estados miembros y otros donantes que financien al organismo con US$2.540 millones para atender todos estos frentes de acción. Dinero que, según la Organización de las Naciones Unidas, alcanzaría para atender a 339 millones de personas, un 25 % más que en 2022.

Ghebreyesus aseguró que “más gente que nunca corre riesgo de enfermar o de pasar hambre, necesitan ayuda ya y el mundo no puede mirar hacia otro lado y esperar que las crisis se resuelvan solas. Estamos asistiendo a una convergencia de crisis sin precedentes, que exige una respuesta sin precedentes”.

La OMS añadió que hay otra serie de crisis que están ligadas al cambio climático y a la seguridad alimentaria, así como los efectos del coronavirus en varias redes sanitarias del mundo.

De hecho, en cuanto al conflicto armado en Ucrania, el representante de la organización en ese país, Jarno Habicht, informó que la semana pasada se registraron más de 700 ataques contra instalaciones sanitarias desde que Rusia inició su ofensiva en febrero de 2022. Esto ha provocado que “las instalaciones sanitarias no puedan cumplir con su deber”.

El embajador de la OMS para la financiación sanitaria y exprimer ministro británico, Gordon Brown, se sumó a este llamado pidiéndole a los donantes que “respondan urgentemente a esta emergencia para financiar vacunas, medicinas, equipos y conocimientos médicos”.

¿Cómo se financia la OMS?

La Organización Mundial de la Salud actualmente cuenta con un presupuesto cercano a los US$9.000 millones, que provienen de tres fuentes de recursos: las contribuciones voluntarias específicas, las contribuciones voluntarias por temática y los fondos flexibles.

Esta última se divide en las contribuciones fijas (AC, por su sigla en inglés), que son cuotas que pagan los países por ser miembros de la OMS y cuya cantidad se calcula con base en su riqueza y su población; y en las contribuciones voluntarias básicas (CVC, por sus siglas en inglés), que son recursos flexibles que donan los Estados –aparte del dinero que pagan por ser miembros–, cuya destinación queda a voluntad del organismo de salud para financiar su trabajo programático.

¿Con cuánto dinero cuenta la OMS actualmente?

De acuerdo con su propia página, ese organismo cuenta con un presupuesto aprobado para los años 2022 y 2023 de 8.689 millones de dólares (US $8.689’804.000), cuyo 63 % proviene de las contribuciones voluntarias específicas, que suman US $5.504’791.000.

Le sigue los fondos flexibles, que suman US $1.623’751.000 (18 %) provenientes de las contribuciones fijas de los 194 países afiliados (957 millones de dólares) y de las contribuciones voluntarias básicas (212 millones de dólares). Y finalmente están los US $458 millones (5 %) provenientes de las contribuciones voluntarias por temática.

Para explicar mejor el tema de la financiación de la Organización Mundial de la Salud y el pedido de más recursos que hizo, EL COLOMBIANO conversó con dos investigadores en salud. Se trata de Johnattan García, investigador del Departamento de Salud Global de la Universidad de Harvard, y de Camilo Prieto, médico, profesor de la Universidad Javeriana e investigador del Servicio Geológico Colombiano.

¿En qué se basa la financiación de la OMS?

Johnattan García: Lo que hacen es establecer aportes fijos y les cobran a los estados miembros cada dos años, pues la OMS tiene un presupuesto bianual. La fórmula como está creada es de acuerdo con la población y con el ingreso per cápita de cada uno. Las contribuciones de los países son obligatrorias y otras voluntarias. De hecho, menos del 15 % de lo que recoge la organización provienen de aportes obligatorios.

Camilo Prieto: Se basa en la solidaridad como principio en el que los países aportan dependiendo del tamaño de sus economías. Por eso no hay una cuota fija para todas las naciones, sino que el aporte va según las economías. La ventaja es que los que más tienen aporten más, pero así mismo tienen mayor injerencia en la toma de decisiones.

¿Es este uno de los momentos en los que más se atienden emergencias sanitarias?

J.G: Sí, debido a la situación de cambio climático y de superpoblación que afectan las condiciones de vida y que hace que se generen situaciones complejas que cobran vidas; así como las enfermedades infecciosas que amenazan la humanidad, como en África, en donde hubo un rebrote de ébola, y otras enfermedades que cobran la vida de mucha gente. Sobre todo en países donde no hay sistemas de salud fuertes y la única salida para ellos es la OMS.

C.P: Sí, y además se van a demandar más recursos para la atención y la investigación de brotes epidémicos con potencial pandémico, porque lo que se ha ido encontrando es que fenómenos como el tráfico de fauna y la deforestación están favoreciendo el salto interespecie de virus de animales a humanos.

¿Por qué son importantes los aportes de los estados?

J.G: Porque la OMS solo debería estar financiada por la comunidad internacional, pero las contribuciones no alcanzan para lo que debe hacer. Tras la pandemia no se ha hecho nada para cambiar la forma que se recogen recursos.

C.P: Porque se necesita tener mayor tecnología y financiación de más investigaciones para conocer el comportamiento de diferentes tipos de virus y también para el desarrollo de vacunas.