El Gobierno de Gustavo Petro no quedó satisfecho con provocar rupturas en el interior de partidos como el Liberal y el Conservador, que inicialmente se decantaron como sus aliados. Ahora todo parece indicar que le apunta a aplicar esa misma estrategia divisoria en colectividades que le hacen oposición, como Cambio Radical.
Dentro de ese partido, cuyo jefe natural es Germán Vargas Lleras, hay aires de incomodidad porque dos congresistas ignoraron los acuerdos internos para terminar favoreciendo los intereses de la Casa de Nariño en el Capitolio, y uno de ellos tiene vínculos y antecedentes que han levantado suspicacias frente a una posible cercanía con el Gobierno.
Se trata de la senadora sincelejana Ana María Castañeda, quien, además de tener un antecedente de desobediencia a las órdenes de Vargas Lleras, es la esposa y la heredera política del exsenador liberal Mario Fernández Alcocer, primo de la primera dama, Verónica Alcocer, y además cercano al matrimonio Petro-Alcocer.
Los lazos que enredan a Castañeda
La senadora –coterránea de los Alcocer– está en el ojo del huracán en el interior de Cambio Radical después de que el Consejo de Control Ético de esa colectividad informó que decidió abrirle, junto al representante Jairo Cristo, un proceso de investigación disciplinaria por “deslealtad partidista”.
Este proceso se abrió porque Castañeda ignoró la decisión de la bancada del partido de retirarse y no participar en la plenaria en la que se eligió a Alexánder López, del Pacto Histórico, como presidente del Senado, pero en lugar de ausentarse, ella regresó y ejerció la votación en contravía de lo acordado previamente.
La situación generó incomodidad en el interior de Cambio Radical, especialmente porque no es la primera vez que a la Senadora la relacionan con Petro. Y es que se habla de que Castañeda entabló un lazo electoral en Sucre con él, incluso antes de que llegara al poder, pues su esposo –Fernández Alcocer– le movió su caudal electoral a Petro después de apoyar a Federico Gutiérrez en primera vuelta.
Tras la alianza política, quedó en evidencia la cercanía de Fernández Alcocer con la familia presidencial en febrero de este año, cuando se le vio bajándose de una camioneta blindada junto al Jefe de Estado y la Primera Dama durante el Carnaval del Suroccidente de Barranquilla. Además se sabe que el exsenador espera el apoyo de vuelta para aspirar a la Gobernación de Sucre.
En teoría, los votos de Fernández Alcocer son los de Castañeda, ya que ambos consolidaron una casa política en Sincelejo y el caudal electoral del primero lo heredó ella en 2018, ya que en ese año él dejó el Senado para que justamente su esposa heredara su curul.
EL COLOMBIANO dialogó con Castañeda, quien además de reconocer que votó por Petro en segunda vuelta, afirmó que sigue al pie de la letra las directrices de su partido, pero señaló que no hay motivos para sancionarla porque, según ella, no hubo decisión de bancada en la elección de López.
Pese a esta negativa, versiones al interior de Cambio Radical han cuestionado su fidelidad política por hechos como el ocurrido en marzo, cuando el partido se declaró en oposición y Castañeda prefirió no salir en la foto de ese anuncio. No obstante, senadores como David Luna y Carlos Fernando Motoa han resaltado su desempeño.
Además, tiene antecedentes de ir en contravía de las directrices de Vargas Lleras. El otro caso ocurrió en 2019 cuando Castañeda se negó a votar en contra de las objeciones del gobierno de Iván Duque a la JEP, pese a lo acordado por su partido, y argumentó “motivos de conciencia”.
El uribismo niega infiltrados
El otro partido opositor al Gobierno en el Congreso es el Centro Democrático, desde donde se asegura que su desacuerdo con la gestión de Petro es irrestricto y señalan que no hay espacio a investigaciones por deslealtad partidista como ocurrió en Cambio Radical.
Así lo planteó el representante Juan Espinal, vocero de la bancada uribista en Cámara, quien en diálogo con este diario expuso que “muestra de ello es que en Plan Nacional de Desarrollo y la reforma tributaria procedimos de manera articulada. Ahora con las reformas de salud, pensional y laboral, en ningún momento se ha escuchado que alguno de nuestros congresistas voten diferente o le organice el quórum al Gobierno”.
Caso distinto ha ocurrido en el conservatismo, pues este jueves la reforma pensional se salvó gracias a la desobediencia del representante Alexánder Quevedo, quien asistió a la Comisión Séptima en contravía de lo que le ordenó Efraín Cepeda, jefe de los godos. Quevedo ha sido señalado de buscar recursos en Palacio para la construcción de un hospital en San José del Guaviare, donde está su fortín político.
A Quevedo lo sancionaron con 90 días sin voz ni voto y Castañeda está expuesta a un castigo similar en Cambio Radical, pues se considera que su actuar habría beneficiado los intereses de la Casa de Nariño.
“Yo voté por Petro en segunda vuelta”: senadora Castañeda
¿Cómo se tomó el anuncio del auto de apertura de investigación en su contra?
“Con total tranquilidad. Tengo cinco días para responder a esta queja. Lo que está claro es que no teníamos ninguna disposición de bancada, no había ninguna directriz en el caso en mención”.
La cercanía de su esposo, Mario Fernández Alcocer, con la familia presidencial es de público conocimiento, ¿esa situación le impide hacerle oposición al Gobierno de Gustavo Petro?
“No. Es la realidad, en Cambio Radical conocen la familiaridad que hay entre mi esposo y la primera dama, Verónica Alcocer. Yo en la segunda vuelta presidencial voté por Gustavo Petro, pero estoy alineada con las decisiones de bancada de mi partido y eso está totalmente claro”.
Por ese apoyo a Petro y la cercanía familiar con la Primera Dama se habla de que usted podría ser una infiltrada en el partido, ¿qué responde?
“No es así. No me prestaría para ser una infiltrada. He sido muy clara y me apego a las decisiones de la bancada de Cambio Radical”.