La saliente directora del ICBF, Lina Arbeláez, llegó a su cargo en marzo de 2020 ad portas de que la crisis provocada por el coronavirus desencadenara cuarentenas que a su vez trajeron una crisis económica y social que se ensañó con niños y niñas.
Arbeláez le contó a EL COLOMBIANO cómo fue estar al frente del Icbf en dos años en los cuales la violencia intrafamiliar, el hambre y el cierre de escuelas dejaron una marca indeleble en las infancias y adolescencias de 15 millones de menores de edad.
La funcionaria, además, se refirió a las cifras desnutrición infantil, el reclutamiento forzado de niños y niñas y el estado de la salud mental de niños y niñas en Colombia.
También se refirió a un caso de maltrato que se registró en el Centro de Emergencia San Gabriel, en Bogotá, donde una mujer fue grabada mientras agredía a una niña.
Durante la pandemia hubo graves afectaciones a la salud mental de niños y niñas. Muchos de ellos duraron hasta un año sin ir a clases, ¿cómo enfrentaron eso en el Icbf?
“Lo primero es que en materia de derechos a la primera infancia, el Icbf nunca paró. Nosotros logramos desarrollar dos estrategias. Una que buscaba que el desarrollo cognitivo de 1,7 millones de niños y niñas que atendimos estuviera prestándose semana a semana, y día a día, de la mano de las madres comunitarias, que trabajan con el Icbf. Y una estrategia que montamos, Mis manos te enseñan, que realmente tuvo un impacto positivo en los niños y niñas, sin desconocer que era necesario la reapertura.
Creamos dos programas, uno que se llama Sanar para Crecer, que es precisamente un trabajo con el equipo y talento humano de la primera infancia, para poder ayudar a gestionar las emociones de los niños y niñas de manera más positiva. Lo segundo es que dado el clamor de los jóvenes, se creó un programa de ellos, de la juventud colombiana que se llama: Hablar lo Cura, y es la red por la salud mental de los jóvenes del país. También creamos una línea exclusiva en el marco de la línea 141 de atención a la salud mental, el 37% de los jóvenes que llaman para ser atendidos en material de prevención, por casos de depresión, y obviamente tratar de generar esquemas positivos, y de hábitos positivos para la salud mental”.
Nosotros en materias de violencia en el año 2021 por ejemplo, abrimos más 38.000 procesos administrativos por causas de violencia, de los cuales 18,000 fueron por violencia sexual de lo que va corrido del año, estamos hablando de más de 18.000 procesos administrativos de restablecimiento de derechos abiertos por causas de violencia, donde más de 9.700 casos por violencia sexual. Eso es inaceptable. Esto lo único que hace es limitar la posibilidad de tener un desarrollo humano en nuestro país real y efectivo.
Esta semana vimos un video de una mujer en Bogotá que agredió a un niña en un Centro de Emergencia del Icbf. La entidad señaló que fue un hecho ocurrido en mayo de este año y que la mujer ya fue despedida. ¿Ese caso cómo se resolvió al fin? ¿Se abrió un proceso penal contra la mujer que maltrató a la niña?
“Nosotros sí pusimos las denuncias penales correspondientes en su momento. Tomamos las medidas para que fuera retirada del cargo ella y otros funcionarios que pudieran ejercer violencia contra niños y niñas. Obviamente está el proceso sancionatorio contra la fundación que tenía a cargo ese centro”..
¿Entonces había más personas involucradas?
“Sí, fueron retiradas de manera inmediata. Las denuncias ante la Fiscalia son interpuestas para el proceso sancionatorio contra la fundación, porque no es funcionaria directamente del Icbf, es una fundación que trabaja para el instituto, y pues es un proceso que está en curso”
¿Cuáles son los filtros para contratar a esas personas y por qué suceden estas cosas, que por supuesto, siempre deberían evitarse, y prevenirse?
“Estas no son personas que trabajan para el Icbf, son personas que son contratadas por unos operadores, que a su vez las contrata el Instituto. Lo que nosotros hacemos es que tenemos unos perfiles. A todo el talento humano que trabaja con infancia se le deben aplicar unas pruebas psicosociales, para poder saber si están preparados o no. Y por eso es que yo insisto mucho en la desnaturalización de la violencia, si nosotros nos vamos a los casos que ocurren de violencia, el 72% de los casos, pasan en el lugar que debería ser protector por excelencia, que es la casa.
Yo siempre lo he dicho cuando pasa un caso o el otro, y no es desconocer que esas responsabilidades, claro que es responsabilidad nuestra, y tenemos que responder, porque el instituto está encargado de proteger a los niños y niñas, y es indignante y no es justificable. Pero lo que pasa es que cuando nosotros tenemos seres humanos adultos que han naturalizado históricamente la violencia contra los niños”.
Los niños también han sufrido en carne propia el conflicto. ¿Hay grupos armados específicos que ustedes hayan identificado que se ensañan con ellos? Por ejemplo, con el reclutamiento forzado...
“Nosotros presentamos ante la ante la JEP y la Fiscalía las debidas denuncias. Comprobamos que los expedientes que se tienen en el Icbf desde 1999, desde que existe el programa que busca restablecer los derechos de los niños víctimas del reclutamiento, es que el ejercicio fue sistemático, y continúa siendo un ejercicio que hacen estos criminales para cercenar las posibilidades de un desarrollo en pleno de la niñez”.
Y entonces identificaron qué actores armados eran...
“Claro, lo que nosotros presentamos el ELN, las Disidencias de las Farc, Los Pelusos, los Caparros, todos estos grupos criminales siguen ejerciendo esta práctica no sólo reclutamiento, sino que de uso y utilización de los niños”.
Según los datos del Instituto Nacional de Salud la desnutrición infantil se ha recrudecido este año. Ya llevamos 10.500 casos diagnosticados de niños y niñas con desnutrición aguda moderada, o severa y estos son los reportes más altos en comparación al mismo periodo de los últimos seis años. ¿Cómo están enfrentando esta situación en el Icbf?
“Lo que ha venido haciendo este gobierno es trabajar para poder identificar los niños y niñas que están en riesgo, y activar las rutas efectivas. Cuando uno genera todos los sistemas de búsqueda y perfecciona el esquema de estadísticas para poder revisar y atender, se encuentra más niños. Creo que esa es la lógica, porque así vamos a lograr tener unas menores tasas de muertes por desnutrición que es lo no queremos. Es decir, hay más niños en riesgo porque estamos buscando y estamos revisando cómo están de manera activa.
Ahí el Icbf tiene un rol muy importante. En el año 2019 creó las unidades de búsqueda activa y tenemos 21 unidades de búsqueda activa, que se recorren el país sobre todo en esos puntos y banderas rojas, como la Guajira, Vichada y Chocó. Aquí hemos hecho una verificación nutricional de más de 90.000 niños y niñas y hemos podido generar un esquema de alertas, y remisiones al sector salud que debe encargarse de los niños con desnutrición severa, moderada y aguda.
Ahora bien, los niños están en riesgo de, son atendidos primero por los centros de recuperación nutricional, que pasamos de 9 a 13 centros.
Aquí lo que hacemos es una atención intramural del niño y la niña, con su familia para que recupere el peso adecuado para su momento etario. Y lo otro es que seguimos trabajando en el programa Mil días para cambiar el mundo. Hemos aumentado la cobertura en un 154%, en 2018 se atendían 20.000 niños y niñas y hoy estamos atendiendo más de 56.000. ¿Ese programa qué hace? Es un acompañamiento de nutricionistas adecuados, para recuperar los nutrientes específicos que necesitan los niños, para recuperarse en materia de talla y peso.
Es clave ahí decir que han funcionado las medidas, ¿por qué? En Colombia hemos logrado reducir las muertes por la suscripción en un 39.4%. Y eso es clave entenderlo, una cosa es que tengamos alerta porque hemos encontrado niños en construcción, pero eso también quiere decir que hemos activado las rutas y los programas necesarios para poder recuperarlos pero tanto el sector salud como el sector social en donde claramente está el Icbf”
¿Esa reducción durante qué periodo fue?
“2019 y 2020, porque las muertes por desnutrición salen cada año vencido, entonces las que se tienen salen a año vencido. Entonces las que se tienen son del 2020”.
El Instituto Nacional de Salud (INS) también revisa esas cifras, y lo que uno ve, es que claramente han aumentado en 2022.
“No, lo que dice el INS es que hay mayor número de niños en riesgo de desnutrición. Lo que implica que el número de programas tiene que aumentar, y el número de programas ha aumentado. Un solo niño que muera por desnutrición es tremendamente grave y debe indignarnos a todos como sociedad, y tenemos que seguir trabajando en el marco de la corresponsabilidad.
¿Qué hemos hecho como Estado colombiano y como gobierno? Apalancar todo el esquema del sistema de salud. El Ministerio (de Salud) ha respondido de la mano de las EPS e IPS, que tiene que hacerlo de manera más grande, claro que sí, y desde el Icbf en materia de prevención hemos aumentado la cobertura y el número de cupos para poder atender los niños y niñas”.
Pero el INS también recoge muertes por desnutrición. En niños de primera infancia, de 0 a 5 años en 2021 dice que hubo 87 muertes entre enero y julio, y en 2022 ya van 160 en ese mismo período. Es decir que según esos datos no se está reduciendo la mortalidad infantil por desnutrición...
“Si usted ve esos datos, son preliminares, porque todo eso tiene que hacerse desde el cotejo en Medicina Legal. Hay muchos niños y niñas que entran por posibles causas de desnutrición, y terminan siendo por causas de miseria, falta de acceso al agua, entonces por eso las estadísticas y datos se sacan un año después, por cuenta de Medicina Legal un año después de que eso les ocurrió. Nosotros claramente trabajamos de la mano del INS y ahí dice que es un reporte preliminar. Todas esas cifras se tienen que cotejar y se tienen que revisar para poder establecerlas”.
¿Cómo se ha comportado la adopción de niños y niñas en estos en estos cuatro años del Icbf?
“Afortunadamente en materia de adopciones durante la pandemia tuvimos un promedio de adopciones cercanas a 1.000 niños y niñas, durante el 2020, y 2021. Aquí es clave mencionar que en el instituto atendemos a más de 4.200 niños y niñas, que están buscando una familia, pero esos niños y niñas cerca del 98% tienen condiciones especiales. Es decir, son mayores de 7 años, tienen alguna discapacidad, o pertenecen a un núcleo familiar grande, o sea, varios hermanitos.
Desafortunadamente, en Colombia mucha gente sale a criticar el proceso de adopción, que se demora mucho. Hay una incapacidad para entender que nosotros no les buscamos a las niños a las familias, sino que a los niños les buscamos familias, porque aquí no podemos aceptar la revictimización.
Además, muchas veces estas familias solicitan niños con características especiales, es decir, niños menores de 2 años, niños que no hayan tenido ningún trauma, y que no hayan entrado por ningún tipo de violencia a ser parte de un proceso de adopción, y pues desafortunadamente la realidad de los niños de Colombia son bien distintas”.
En cuatro años logramos que más de 5.110 niños tuvieran una familia y logramos cerca de tener más de 1.500 adopciones por año en los dos años fuera de pandemia y más de 1.000 en los dos años de pandemia”.
Quería preguntarle por los niños venezolanos sin padres, entiendo que son alrededor de 1.200, había un proceso para que obtuvieran la nacionalidad colombiana. ¿Cómo va eso?
Bueno, lo que nos mencionaba el presidente de Duque es que él obviamente está poniendo a la infancia en el centro, tenía que priorizar a los niños y niñas que están bajo alguna medida de protección del Icbf,. sin familia, y que llevan más de 18 meses en el instituto. En esta ocasión estamos presentando un proyecto de ley al Congreso de la República el cual no surgió ningún debate, entonces pensábamos que tendrá que volver a presentar en el marco esta nueva legislatura.
¿Cómo están esos niños hoy? ¿Dónde se encuentran, por ejemplo?
“Lo que nosotros hicimos, fue generar un programa especial, de madres sustitutas especializadas para los niños y niñas venezolanos que claramente sabemos que van a permanecer mucho más de los 18 meses que establece la Ley. Y hoy se encuentran en hogares sustitutos”.