En una encomienda que viajaba de la Costa Atlántica a Medellín, las autoridades incautaron el que hasta ahora es el cargamento más grande hallado en Colombia de fentanilo, la mortal droga zombi que azota a Estados Unidos
Fuentes judiciales le confirmaron en exclusiva a EL COLOMBIANO que la mercancía fue enviada desde una empresa de encomiendas en el municipio de Soledad, Atlántico, y llegó este jueves a la sede de despachos de esa compañía en la comuna de El Poblado, suroriente de la capital antioqueña.
La caja contenía 300 dosis en ampolletas de fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
La mercancía fue detectada por uniformados de la Policía Fiscal y Aduanera y remitida al laboratorio de la Dirección Antinarcóticos, para confirmar su grado de pureza.
De acuerdo con fuentes policiales, en el mercado negro colombiano una dosis original de esta droga se expende por valores que oscilan entre los $300.000 y $500.000, por tratarse de un estupefaciente que “está de moda” en el extranjero. Esto quiere decir que el cargamento tendría un valor máximo de $150 millones.
Aunque este medicamento está disponible también para tratamientos médicos, en especial como calmante del dolor en pacientes afectados por cáncer y otras enfermedades crónicas, la manera en que era transportado les sugiere a los investigadores que podría tratarse de un aprovisionamiento para redes de narcotráfico, sobre todo en estos momentos que inicia la Feria de las Flores de Medellín, con miles de visitantes en camino y fiestas diarias.
Ahora la actividad investigativa se concentra en rastrear a las personas que pretendían recoger la encomienda.
Antes de este hallazgo en Medellín, el cargamento más grande detectado había sido de 163 ampolletas en la localidad de Kennedy, en Bogotá, el pasado mes de mayo.
Según los informes del CDC, en 2020 hubo 91.799 muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos. De esas, 56.516 fallecieron por abuso de opioides sintéticos distintos a la metadona, como el fentanilo; en 2019 fueron 36.359, lo que implica un aumento.
Para comparar su letalidad con la de otras drogas, 19.447 personas murieron por sobredosis de cocaína y 13.165 por heroína.
Esto por esta razón que detener el tráfico global de fentanilo es una de las prioridades de la Casa Blanca y de sus agencias de seguridad, como la DEA.
Sabiendo esto, en mayo las bandas criminales del Valle de Aburrá que participan en una mesa de paz con el Gobierno Nacional en la cárcel de Itagüí, se comprometieron a mitigar la oferta de esta sustancia en sus áreas de influencia.
Al fentanilo también se le conoce como la droga zombi, por su potente efecto en los adictos, a quienes se les ve deambular como muertos en vida en las ollas de vicio de EE.UU.
En una exposición sobre este problema, que ya es considerado pandemia en esa nación, la directora de la DEA, Anne Milgram, advirtió: “El fentanilo es la droga más letal que haya amenazado a nuestra nación. Está en todas partes, en los 50 estados, desde las áreas metropolitanas hasta las rurales, ninguna comunidad está a salvo de este veneno”.
