La joven nariñense Érika Yanira Morales, quien quedó cuadripléjica tras ser víctima de una grave agresión en una discoteca de Pasto, falleció este sábado 1 de marzo debido a complicaciones de salud a sus 20 años de edad.
Antes de su deceso, la joven había solicitado la eutanasia, defendiendo su derecho a morir dignamente en una carta que dictó a su familia.
Siendo menor de edad, Morales sufrió un infarto cerebral múltiple después de recibir un fuerte golpe en la cabeza con una botella de whisky durante una discusión en el baño del establecimiento nocturno en agosto de 2021.
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Desde entonces, perdió totalmente la movilidad y dependía de un respirador artificial para sobrevivir. Su condición, según sus propias palabras, la hacía sentir atrapada en un sufrimiento sin salida.
¿Cómo se comunicaba Érika Morales?
Debido a su condición, Érika Morales no podía hablar, por lo que desarrolló un método de comunicación con su familia basado en el abecedario.
Su madre o su hermana le iban dictando a Erika las letras del alfabeto y ella movía la cabeza cuando llegaban a la letra que quería utilizar. Así, letra por letra, lograba expresar sus pensamientos y sentimientos.
“Yo voy anotando en un papel hasta anotar la palabra que ella me quiere decir. Hace rato me escribió: ‘Ojalá toda la gente tuviera un poquito de corazón’”, había detallado Tatiana Morales, la hermana de la joven, en Noticias Caracol.
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La última carta de Érika Morales
Gracias a este método, Érika pudo redactar la emotiva carta en la que había expresado su determinación por acceder a la eutanasia y dejó en claro el sufrimiento que vivía a diario.
“Escuchen mis palabras y espero me entiendan. En primer lugar, es muy difícil para mí y para mi familia, ya que prácticamente vivo por la ventilación mecánica y eso me parece injusto, porque para mí no es vida, es solo una vida artificial. La verdad estoy cansada de depender de todos y lo más duro es que estoy consciente y me doy cuenta de absolutamente todo. Aparentemente, me ven bien, pero no es así, realmente no me siento bien. No sean egoístas, realmente me siento cansada en serio, no doy más. Es más, la psicóloga ya habló conmigo y está de acuerdo con la decisión que tomé, porque la verdad, ¿para qué tener a una persona tan joven como yo sufriendo?”, dijo Erika en su última carta antes de su fallecimiento, según reveló su hermana a través de sus redes sociales.
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Hasta el momento, aunque ya se han identificado a las presuntas responsables de la agresión que cambió para siempre la vida de Érika, aún no hay un proceso judicial en su contra. La familia Morales sigue pidiendo justicia para que su caso no quede en la impunidad.