El origen de las últimas dos explosiones que se presentaron en el oleoducto Cira Infantas, de Ecopetrol, en la noche de este jueves, aún es una incógnita para las autoridades locales y nacionales.
Hacia las 10:30 de la noche, habitantes de la zona rural de Barrancabermeja, Santander, escucharon el primer estallido en la instalación petrolera. Y, pocos minutos después, se registró el segundo en la vereda Pénjamo, a una hora de la cabecera municipal. Ambas situaciones no dejaron personas heridas, pero sí una larga columna de humo con dos versiones de por medio.
La primera la señaló este viernes el ministro de Defensa, Diego Molano, al decir que se trató de una retaliación del Eln; mientras que la otra que circuló es que el hecho habría sido causado por personas que con artefactos intentaban extraer crudo de forma ilegal.
Alfonso Eljach, alcalde de Barrancabermeja, desestimó la afirmación del Ministro al aclarar que “en temas de autoría no tenemos ninguna certificación de lo que pudiera ser la presencia de un grupo armado en nuestra ciudad”. De hecho, subrayó que las sospechas se inclinan a que estaría detrás un grupo de delincuencia común.
Sin embargo, en la tarde se conoció de un panfleto atribuido al ELN en el que se responsabiliza de las explosiones. EL COLOMBIANO consultó a la Policía del Magdalena Medio sobre este escrito, la cual dijo que su veracidad no está confirmada, por lo que siguen sin conocerse los autores.
La petrolera, por su parte, salió a decir que en ninguno de los dos sucesos hubo personas afectadas y que, en todo caso, su personal no tiene nada que ver con eso. Lo que sí le aseguraron a este medio es que hubo afectaciones ambientales, ya que en la primera explosión el crudo terminó en el suelo y la vegetación.