La imagen de una hilera de vagones rojos sobre rieles elevados atravesando el paisaje bogotano, conjugados con el color rojo de los buses de Transmilenio en las calles, en un sistema integrado de transporte para Bogotá, fue un sueño que el protagonismo político de la capital colombiana no permitió llegar a “buen puerto”, o en este caso, a una “buena estación”.
El daltonismo, esa afección visual que según los médicos no permite a una persona distinguir un color de otro (en especial el rojo y el verde), parece haber contagiado a la actual administración bogotana y, en un hecho que tomó por sorpresa a los habitantes de la capital colombiana, en la primera imagen conocida del tren que se inauguraría en 2028 –como lo afirmó el gerente del metro de Bogotá, Leónidas Álvarez–, no es rojo, sino verde.
En la fotografía de este primer vagón se ve un tren de cabeza frontal redonda, de puertas anchas y con colores verde, negro, amarillo y blanco, todo lo contrario al rojo planteado en el contrato que dejó firmado el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y que recibió la actual mandataria bogotana, Claudia López.
El cambio del “rojo” al “verde” fue interpretado en Bogotá como un tema de vanidad política y se llegó a insinuar que el verde y el amarillo del partido Alianza Verde fueron la inspiración para que la alcaldesa López cambiara los colores del metro bogotano, todo sin un sustento técnico.
Frente al tema, el exalcalde Enrique Peñalosa, expresó a EL COLOMBIANO que “en las ciudades civilizadas los sistemas de transporte tienden a tener el mismo color. Es una identidad, como pasa en Medellín o en Londres. En Bogotá (se buscaba) lo mismo con los Transmilenio y el cable, pero ella, con un ego que no le cabe en la Vía Láctea, decidió cambiar los colores y eso es un problema para la ciudad”.
Peñalosa señaló que Claudia López no tiene nada que ver con la construcción del metro y, por el contrario, firmó una demanda para tumbarlo. EL COLOMBIANO buscó la versión de la Alcaldía de Bogotá sobre el cambio del color del metro, pero nos redireccionó a la empresa Metro.
No es un tema político
La inquietud del cambio de colores es para el secretario distrital de Movilidad, Felipe Ramírez, un asunto muy alejado del tinte político que se le quiere impregnar.
“El color verde representa el color de la movilidad, la marca de Bogotá. Muestra el medioambiente, la eficiencia y la energía y lo que queremos entregar a los bogotanos con un sistema de calidad que realmente sea importante en términos de medio ambiente.
Desde la empresa Metro de Bogotá expresaron a este diario que su gerente, Leonidas Álvarez, no tenía un espacio en su agenda para atendernos, que sería posible la próxima semana. No obstante, en la ceremonia de presentación, el directivo manifestó a diversos medios de comunicación que el cambio en el color de este sistema de transporte masivo “se estipuló para el Sector Movilidad y todas sus entidades adscritas en el manual de la marca Bogotá”.