Sin recuperarse del doloroso episodio del pasado martes en el que murieron un secuestrador y dos rehenes en una cafetería en Sidney, Australia, ese país vuelve a conmocionarse con el asesinato de ocho niños cuyas edades oscilan entre los 18 meses y los 15 años.
Las autoridades se enteraron de la situación al recibir un llamado para brindar asistencia a una mujer de 34 años, que recibió varias heridas de arma blanca en su pecho, informó la agencia EFE. El ataque a la mujer y a los ocho niños se presentó en la vivienda de esta, ubicada en el barrio Manoora, un suburbio de la localidad Cairns.
El inspector de la policía de ese poblado, Bruno Asnicar, confirmó, a medios locales, que la mujer es la madre de siete de los ocho niños muertos con arma blanca, versión confirmada por Lisa Thaiday, familiar de los infantes asesinados. “Voy a verlo ahora; necesita consuelo. Somos una familia grande... simplemente no puedo creerlo. Acabamos de enterarnos (sobre) esos pobres bebés”, dijo Thaiday a EFE. Agregó que se enteraron de la tragedia porque otro de los hijos de la madre herida llegó a la vivienda después de salir de la escuela y encontró a sus hermanos muertos.
Para iniciar con las investigaciones, la Policía australiana acordonó la casa y aunque no se han registrado capturas, están interrrogando a varias personas sospechosas de haber cometido el múltiple asesinato.
Incluso un hombre que algunos testigos señalaron de merodear por la vivienda está siendo interrogado por las autoridades. El primer ministro, Tony Abbott, lamentó la muerte de los menores de edad y precisó que se vienen días “difíciles” para Australia.