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La Alcaldía de Medellín inició la búsqueda activa de la población en edad escolar que aún no se encuentra matriculada en el sistema educativo de la ciudad con recorridos por diferentes comunas de la ciudad.
La Tropa de la Educación es la encargada, en las visitas territoriales, de gestionar los cupos y la matrícula en las 229 instituciones adscritas al Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Después de recorrer las comunas Doce de Octubre y San Javier, este viernes el turno le corresponderá a Castilla y posteriormente la Tropa visitará Santa Cruz, (30 de enero), Manrique (1 de febrero), Villa Hermosa (3 de febrero) y Robledo (6 de febrero). De esta manera, se programarán los recorridos hasta llegar a las demás comunas y corregimientos, para así facilitar el acceso a la educación.
“Estamos en matrículas en todas las instituciones educativas de Medellín. Hay cupos disponibles en muchas instituciones educativas, así que a matricularse, a estar pendientes de la Tropa de la Educación que está recorriendo cada una de las comunas y corregimientos. Seguimos haciendo la Transformación Educativa en Medellín.”, dijo la secretaria de Educación, Alexandra Agudelo Ruiz.
Según el más reciente reporte del Sistema Integrado de Matrícula -SIMAT, en los establecimientos educativos del Distrito hay registrados efectivamente 385.313 estudiantes, de los cuales 54.423 estudian bajo el modelo educativo de Jornada Única, y en la estrategia Caminar en Secundaria hay 1.981 alumnos.
Es pertinente recordar que Medellín es una de las ciudades principales con mayores problemas de deserción escolar. La Alcaldía de Daniel Quintero tenía la meta de reducir la deserción a 2023 a 2,5%, pero según la Veeduría al Plan de Desarrollo del gobierno Quintero, esta meta tiene un avance del 0% en los tres años que van de gobierno.
Por lo menos así consta en la información que la misma Alcaldía entrega en el Seguimiento al Plan Indicativo, la que usó la veeduría. Un 0% que significa que aún muchos niños y jóvenes no están yendo a estudiar.
El profundo deterioro en la infraestructura educativa es otro factor para que los estudiantes, sobre todo en barrios vulnerables, hayan decidido no volver a clases.