Ante el oscuro panorama que viven los taxistas, el gremio lanzó otro llamado de auxilio para que el gobierno fije su mirada en el sector y les ofrezca soluciones más allá de una repartición de mercados que hace cerca de veinte días hizo la gobernación de Antioquia a un grupo de 5.000 del Valle de Aburrá.
El clamor viene de varias empresas que prestan servicio en Medellín y otros municipios de la región metropolitana.
Fabián Quintero, gerente de Tax Individual, señaló que el panorama del sector desde la cuarenta por la vida y posteriormente desde el aislamiento preventivo obligatorio ha sido bastante difícil.
“Los servicios de taxi se han visto disminuidos a la movilización de las personas y sectores autorizados para circular por el Gobierno Nacional. Esto equivale a que más o menos el 90% del parque automotor está inactivo. Los taxis que están trabajando están prestando sus servicios a través de los centros de llamadas de las empresas de transporte (aplicativo, página web, número telefónico)”, sostuvo Quintero.
La reactivación económica de inicios de semana puso más vehículos a circular, pero aún no es tan significativa el alza, pues no muchas personas abordan los taxis por falta de dinero.
Quintero recalcó que la mayoría de los taxistas viven del día a día y por ello sus ingresos se han visto fuertemente afectados.
Los mercados repartidos por la Gobernación abarcaron cinco mil beneficiarios, pero en el Aburrá circulan alrededor de 30.000 vehículos. Y dichos mercados ya deben habérseles terminado.
Los conductores que quedaron cesantes a raíz de esta pandemia se están postulando al subsidio de desempleo de emergencia en las cajas de compensación familiar.
“Sin embargo, consideramos que el dinero dispuesto no va a alcanzar y por ello estamos solicitando que los rubros de recreación y cultura de las cajas pasen al subsidio de desempleo y de esta manera cobijar a un mayor número de personas”, propuso Quintero.
En días recientes llegó un gran alivio al momento de realizar los aportes a pensión de los conductores. Esta cotización, que estaba en el 16%, pasó al 3% para los meses de abril y mayo. Lo anterior se traduce en que para un conductor que cotiza a pensión sobre el salario mínimo y que antes pagaba por este concepto $140.500, para los pagos de mayo y junio solo tendrá que desembolsar $26.400, lo que representa un alivio de $114.100 cada mes.
Juan David Lopera, gerente de Moviva Tax Belén, que agrupa a unos 7.000 conductores, afirmó que la mayoría de sus afiliados son personas de estratos 1 y 2 que viven del producido del día y la mayoría son padres con hijos.
Recordó que en el momento los taxis solo están prestando el servicio a través de aplicaciones digitales, por lo cual solo hay carreras cuando se les hace el pedido.
“Además, tiene que llevar equipo de bioseguridad, como tapabocas, guantes e implementos de desinfección para evitar exposiciones al contagio por covid-19”, indicó.
Su empresa, adicional a los mercados repartidos por la gobernación, les entregó paquetes alimentarios a 3.500 de sus 7.000 afiliados, aquellos con más dificultades económicas.
Señaló que en su compañía, más del 60% de los taxistas son conductores y el resto propietarios. En el Valle de Aburrá, dice, la relación es 70-30 por ciento.
“El gremio necesita apoyo de la alcaldía y la gobernación, porque es un sector muy vulnerable. Los taxis son como microempresas que dan sustento mínimo a dos personas: el conductor y el propietario”, recalcó.
Quintero, de Tax Individual, advirtió que se le ha solicitado a las ARL que suministren elementos de protección personal, desinfección de los vehículos y revisiones médicas preventivas a los conductores que están trabajando.
“También estamos solicitando que, de resultar algún conductor de taxi infectado, se tenga esta enfermedad como de carácter profesional”.