Cinco presuntos jefes mafiosos de Bello han sido detenidos y encarcelados en el último mes, en medio de la tensa calma que impera en este municipio del norte del Valle de Aburrá.
A principios de noviembre se registró la captura de Jairo Andrés Ardila Murillo, alias “Guayabo”, uno de los cabecillas históricos del bajo mundo en esa localidad. Es desmovilizado de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) y desde los años 90 integró la cúpula de la organización criminal “Pachelly”.
La Policía lo arrestó en 2011 y fue sentenciado a seis años y tres meses de prisión por concierto para delinquir, porte ilegal de armas, falsedad en documento público y falsedad personal. Durante su estadía en prisión fue testigo de la Fiscalía en las investigaciones penales contra el clan político de los Suárez Mira, que terminaron con la condena del excongresista y exalcalde bellanita Óscar Suárez, por crímenes ligados a la corrupción.
Esta colaboración con la justicia le permitió salir pronto de la cárcel, pero su regreso a las calles no fue bien recibido por la mafia. El 31 de octubre de 2014 se transportaba en un bus de servicio público contratado por el Inpec, junto a otros 11 internos de la cárcel de Cómbita (Boyacá), para gozar de un permiso de libertad condicional de 72 horas.
Al llegar a Bogotá, sicarios motorizados atacaron el vehículo a tiros. Un pasajero murió y “Guayabo” sobrevivió con heridas en el rostro. Dos años después, cuando manejaba un carro por una calle de El Poblado, en Medellín, otros mercenarios lo tirotearon, atentado del cual también logró salir con vida.
Fuentes policiales manifestaron que “Guayabo” trató de recuperar su antiguo poder en “Pachelly”, pero los jefes del momento se lo negaron. Fue así como durante la disputa criminal entre ese grupo y “el Mesa” y “Niquía Camacol”, que triplicó el índice de homicidios en Bello entre 2019 y 2020, Ardila habría conspirado en favor de estas últimas dos bandas, para que atacaran a sus antiguos socios.
Otro de los capturados en noviembre fue Arley Echeverry Jaramillo (“Calambre”), presunto aliado de “el Mesa” y enlace de la mafia de Bello con la estructura mafiosa conocida como “la Oficina”.
“Calambre” es señalado de ser la mano derecha de Jorge Vallejo Alarcón (“Vallejo”), un socio financiero de “el Mesa” y “la Oficina”, y quien paga actualmente una condena de 14 años en prisión. Justamente estaban juntos en 2008 cuando la Policía los detuvo por un supuesto caso de extorsión, del cual salieron airosos.
La Policía también investiga a Echeverry por presuntas conexiones con funcionarios corruptos del aeropuerto de Rionegro, en temas relacionados con narcotráfico.
La lista de detenidos también incluye a Róbinson Abraham Tobón Duque (“el Perro”) y Néstor Estivell Rodríguez (“Peluche”), presuntos mandos medios de “el Mesa” y quienes aparecían en el cartel de los más buscados. Daniela Ortega, secretaria de Seguridad de Bello, precisó que este último es hermano de Rodrigo Rodríguez (“el Montañero”), máximo cabecilla y fundador de esa banda, recluido en una celda desde 2019.
De acuerdo con Ortega, alias “Guayabo”, “Calambre”, “el Perro” y “Peluche” fueron procesados por concierto para delinquir agravado y homicidio.
La siguiente captura fue la de John Jairo Ruiz Muñetón (“el Gordo Ruiz” o “el Calvo”), de 53 años y jefe de la banda “la Camila”, que delinque en Bello, Copacabana y Medellín. El 13 de noviembre la Policía lo apresó cuando iba en un vehículo por la vía Las Palmas, a la altura del barrio La Asomadera.
Ruiz fue policía en el pasado y se desmovilizó del bloque Centauros de las Auc. Ya había sido arrestado en 2014 y sentenciado a ocho años de cárcel por concierto para delinquir. Regresó a las calles hace tres años.
Esta vez tendrá que responder por cargos de concierto para delinquir agravado con fines de extorsión, desplazamiento forzado, narcotráfico y homicidio, según el reporte de la Policía.