Con nueve votos a favor y diez en contra, en la noche de este jueves el Concejo de Medellín rechazó la solicitud de la Alcaldía de reconsiderar el estudio del proyecto con el que se busca que EPM venda las acciones que aún le quedan en UNE. La decisión fue respondida de inmediato por el alcalde Daniel Quintero, quien hasta solicitó al Gobierno Nacional “explorar una Nacionalización de Tigo para recuperar los recursos públicos robados”.
El mandatario se refirió de nuevo a que la ciudad perdió $3 billones de pesos y fue secundado por su gabinete, exfuncionarios, seguidores y aliados políticos que se volcaron a las redes a opinar sobre la decisión del Concejo.
Los concejales que votaron para que la propuesta no se reconsiderara de nuevo fueron Julio González, Luis Carlos Hernández, Luis Bernardo Vélez, Daniel Duque, Simón Pérez, Dora Saldarriaga, Leticia Orrego, Claudia Ramírez, Sebastián López y Alfredo Ramos.
Por su lado, Aura Marleny Arcila, Fabio Humberto Rivera, Juan Felipe Betancur, Carlos Mario Romero, Jaime Cuartas, Juan Ramón Jiménez, Babinton Flórez, Lina García y Nataly Vélez votaron por el sí. Cabe recordar que Carlos Ríos se declaró impedido para votar porque tiene un hermano en UNE y que Lucas Cañas no pudo votar porque fue recusado en las primeras horas del debate.
El acalorado debate, que incluyó peleas, gritos y fuertes enfrentamientos, estuvo marcado por las intervenciones de los distintos concejales, quienes recordaron no solo lo que opinan sobre la venta de las acciones, sino que también se sacaron los trapitos al sol y se señalaron unos a otros.
Algunas consideraciones
El concejal Simón Pérez, del movimiento Todos Juntos, volvió a insistir en que el proyecto constituiría un detrimento para el patrimonio público, dado que el conglomerado público de Medellín perdería un activo que le permitiría fortalecer su conectividad y llevar el internet a las zonas más vulnerables.
En igual sentido se pronunció el concejal Luis Bernardo Vélez, quien renunció al Movimiento Independientes, calificando además la discusión como un desgaste innecesario, dado que el proyecto ya había sido hundido por la plenaria y por la Comisión Primera otras tres veces.
“Nosotros no deberíamos estar aquí”, dijo Vélez, insistiendo en que, en caso de que la alcaldía estuviera segura de que la ciudadanía apoyaba la venta, la sometiera a consulta popular.
Por su parte, el concejal Daniel Duque, de la Alianza Verde, enumeró los múltiples escándalos en los que se ha visto envuelta la administración municipal y reiteró que no había confianza en la adminsitración distrital.
Sobre este último punto insistió también la bancada del Centro Democrático, recordando los desencuentros que llevaron al piso la negociación que había iniciado en septiembre.
Al final, el secretario de Hacienda, Óscar Hurtado, tomó la palabra para reiterar que en el debate no se estaba votando el proyecto como tal, sino una solicitud de apelación que hizo la Alcaldía para que la propuesta de la venta fuera reconsiderada tras ser rechazada en varias ocasiones.
Hurtado manifestó que seguirán presentando el proyecto si es posible y necesario, lo que contradice un poco los mensajes que en redes sociales, antes del debate, hicieron el alcalde Daniel Quintero y su asesor Juan Pablo Ramírez, que dieron a entender que ya no insistirían más.
“El debate de esta tarde está perdido. Quedará para la historia la tumbada que nos metió Tigo con UNE y los responsables de ella”, dijo el mandatario, mientras que Ramírez sostuvo: “Hoy será la ultima vez que la administración presente un proyecto de acuerdo que permita recuperar los recursos públicos invertidos en UNE. Los concejales de la oposición no tendrán otra oportunidad de evitar el robo del siglo a los ciudadanos de Medellín por 3 billones de pesos”.
Hurtado continuó hablando de la importancia técnica de la venta y aseguró que los recursos obtenidos de una eventual venta, $2,8 millones, no entrarían a la alcaldía de Quintero, justamente lo que genera la desconfianza de varios de los concejales que votaron no.
Ahora, queda esperar cuál será la decisión que tome la Alcaldía, pues no se sabe si insistirá y volverá a presentar el proyecto, que ha constituido la discusión más polémica de este periodo del Concejo.